CULTURA ■ LITERATURA
El antisistema de la poesía Nicanor Parra fallece a los 103 años
Era el último superviviente del gran trío chileno con Neruda y Huidobro
efe | madrid
El último superviviente del famoso trío de los grandes poetas chilenos, junto a Pablo Neruda y Vicente Huidobro, Nicanor Parra, que falleció ayer en Santiago a los 103 años de edad, fue un rompedor de los cánones tradicionales de la lírica con sus «artefactos» y su antipoesía.
Hermano mayor de la legendaria folclorista Violeta Parra, Nicanor Parra nació el 5 de septiembre de 1914 en San Fabián de Alico (Chile), fue poeta y académico, además de matemático y físico, y sin duda uno de los grandes «antisistema» del universo lírico.
Creador de la llamada ‘antipoesía’, que revolucionó el lenguaje de los versos desafiando la tradición con el más crudo lenguaje cotidiano, en su obra se unen el realismo y el surrealismo, con un deseo de provocar y de libertad que le llevaron, por ejemplo, a no dar entrevistas con motivo de la concesión en 2011 del Premio Cervantes, porque para él toda pregunta era «una impertinencia».
Licenciado en Ciencias Exactas y Físicas por la Universidad de Chile, después se especializó en Mecánica Avanzada en la Universidad Brown de Rhode Island (Estados Unidos) y amplió su formación en la británica de Oxford. Compaginó los versos con la enseñanza. En 1996 dejó sus clases de Mecánica Teórica, al cabo de una docencia de 51 años en la Universidad de Santiago de Chile, donde fundó el Instituto de Estudios Humanísticos de la Facultad de Ingeniería junto con otro poeta «todoterreno», Enrique Lihn. También fue profesor visitante de varias universidades estadounidenses, como las de Luisiana o Nueva York, donde aprovechaba la estancia para realizar lecturas poéticas. Apasionado defensor de la democracia, en 1988 participó en su país en el Frente Amplio de Intelectuales por el No, que se constituyó con motivo del plebiscito de reafirmación convocado por el general Augusto Pinochet para ese año.
Se dio a conocer al público español en 2001, con la exposición Artefactos visuales, que reunió 267 mordaces «trabajos prácticos» del ciclo Homenaje multidisciplinario Antiparra Productions, un espacio de crítica a la etapa actual de consumo y globalización presentado en las capitales chilena y española con gran éxito. En su obra figuran títulos como Cancionero sin nombre (1937), Poemas y antipoemas (1954), La cuesta larga (1958), Versos de salón (1962), La camisa de fuerza (1968), Obra gruesa (1969), Antipoemas (1972), Artefactos (1972), Coplas de Navidad (1983), Poesía política (1983), Hojas de Parra (1985) o Páginas en blanco (2001).