LETRAS LEONESAS
El arte de contar de Luis Mateo y Merino
El Instituto Cervantes convoca hoy a los dos escritores leoneses para debatir sobre sus universos creativos.
verónica viñas | león
La realidad es poco piadosa, sostiene Luis Mateo Díez. Quizá por eso, el escritor y académico leonés ha encontrado el mejor refugio en la ficción. Algo parecido le sucede a José María Merino, que se ha creado la mala reputación de fabular en largas noches de insomnio. La trayectoria de los dos autores leoneses, de la misma edad, ambos licenciados en Derecho, afincados en Madrid y académicos de la RAE ha discurrido por sendas paralelas, hasta tal punto de que Ángeles Encinar y Ana Casas les han dedicado un libro: El arte de contar (Editorial Cátedra). Hace dos años, estas dos profesoras de la Saint Louis University y de la Universidad de Alcalá de Henares montaron un congreso dedicado a Mateo y Merino. El Instituto Cervantes reúne hoy a los cuatro para hablar de los universos creativos de dos narradores que han sido determinantes en la literatura contemporánea en español.
Escritores impenitentes, con una prolífica colección de títulos que abarcan —en ambos casos— desde novelas a ensayos, relatos cortos y poesía, su producción literaria, al margen de modas e intereses comerciales, tiene otra cosa en común: la búsqueda de territorios inexplorados. Cada libro parece la consecuencia de una penitencia autoinflingida, porque ninguno se conforma con repetir la fórmula de cualquiera de sus libros que haya tenido éxito. Prefieren siempre experimentar e innovar.
A los cuatro escritores les acompaña hoy en el Instituto Cervantes, a partir de las 19.00 horas, el exdirector de la RAE Víctor García de la Concha.
El debate de esta tarde coincide con la llegada a las librerías la novela más humorística de cuantas ha publicado hasta la fecha Luis Mateo Díez, como él mismo califica El hijo de las cosas, donde aborda la surrealista historia de dos hermanas que buscan a su hermano menor, un «tarambana», desaparecido sin dejar ni rastro. Se trata de una novela «sobre la mala administración de los afectos y los sentimientos manipuladores», según el creador de Celama, situada en esas ciudades de sombra que tanto gustan al autor de La fuente de la edad y plagada de geniales personajes secundarios.
Merino, que hace unos meses publicaba Aventuras e invenciones del profesor Souto, probablemente está ultimando una obra completamente diferente. El académico leonés considera, como Lope de Vega, que «cuando uno deja un amor ha de enamorarse enseguida. Y es lo que hago. Disfruto cambiando de registro, cambiando de amor. Una novela me abisma demasiado y para salir de ella pienso en cuentos y microcuentos, y me ha ido bien», dice. Mateo y Merino tienen asumida su condición de escritores prolíficos.