CULTURA ■ LIBROS
Alfonso IX, un rey muy mujeriego
Miguel Ángel Mendoza Nava presenta hoy ‘Las mujeres de Alfonso IX de León’ Tuvo dos esposas, 4 amantes y 19 hijos.
Lugar: Palacio del Conde Luna.
Hora: 20.15.
ANA GAITERO | León
En una época en la que el reino de León brillaba con luz propia entre los reinos cristianos se desarrolla la primera novela que toma como protagonista a Alfonso IX. O más bien a sus mujeres.
Porque el monarca que convocó la Curia Regia de 1188 consideradas las primeras cortes democráticas de la historia, el que este año será recordado como fundador de la Universidad de Salamanca, el que no quiso participar en la batalla de Tolosa, porque la lideraba el rey castellano, pero llevó la frontera del reino hasta Sevilla al ganar la batalla de Alengue, cerca de Mérida, se casó dos veces y tuvo cuatro o cinco amantes oficiales y un total de 19 descendientes reconocidos con todas estas mujeres.
Que Alfonso IX «sentía mucha atracción por las mujeres» lo desvela, con todo detalle y un poco de ficción, el leonés Miguel Ángel Mendoza Nava (Cubillas de los Oteros) en su libro Las mujeres de Alfonso IX, que presenta hoy a las 20.15 horas en el Palacio del Conde Luna junto al historiador y divulgador Ricardo Chao Prieto.
Miguel Ángel Mendoza Nava, autor de la novela. DL
Lucas de Tuy ya mencionó en sus crónicas la debilidad del monarca, a quien describió «como un hombre de buen talle, acaso rubio, de cara ancha y gran fortaleza, pero con dos defectos: hacer caso de las murmuraciones y que le gustaban mucho las mujeres». Por si la realidad fuera poco elocuente, el autor añade algún hecho de su cosecha, como un amor juvenil del monarca, para «darle intriga y vidilla hasta que contrae matrimonio con Teresa de Portugal», explica. El concubinato del reino leonés no es exclusivo de Alfonso IX y tiene la particularidad de que las queridas regias «tienen prácticamente la misma función que una reina» y los hijos e hijas que nacieron de estas relaciones recibían «donaciones y bienes para vivir holgadamente, incluso después de que las repudiara o abandonara», aclara.
La poligamia no era exclusiva de los moros, «estaba establecida en todos los reinos cristianos», indica Mendoza. Pese a la fuerte religiosidad que sustentaba la monarquía leonesa, las amantes eran toleradas por conveniencia. En el caso concreto de Alfonso IX, el escritor indica que «se acercaba a las mujeres de la nobleza para contar con más aliados».
Además sus dos matrimonios canónicos fueron anulados por el papa, oficilamente, por motivos de consanguinidad. Aunque en el fondo latían otras razones. En el caso de Teresa de Portugal, porque «había firmado un pacto de no agresión con los almohades». Otro tanto sucedión con la segunda esposa, Berenguela de Castilla.
Aparte de los amoríos del monarca, la novela arranca con el clima de tensión que reinaba en la corte leonesa a la muerte de su padre, Fernando II, a causa de la disputa del trono entre Urraca López de Haro, última esposa del rey, y el infante Alfonso, futuro Alfonso IX.
Miguel Mendoza apunta que empleó dos años en hacer esta novela que duerme desde 2016 y que se presenta hoy. Nacido en Cubillas de los Oteros, el autor ha pasado gran parte de su vida en Vitoria y acaba de instalarse de nuevo en el pueblo de su infancia.