Spielberg retrata a la sociedad hastiada del año 2045 en ‘Ready Player One’
david villafranca
| los ángeles
El gran rey del espectáculo y la fantasía en Hollywood está de vuelta. Tras varias cintas históricas sobre periodismo o política, Steven Spielberg estrena Ready Player One , una ambiciosa película de ciencia-ficción que, según explicó a Efe, le ayudó a despertar de nuevo su imaginación.
«La imaginación necesita estirarse. Mi imaginación me demanda ir un poco más lejos de que lo que fue en la última película y he estado haciendo muchos dramas históricos que no requerían imaginación: requerían precisión histórica y comprobación de los hechos, más como un periodista contando una historia que como un cineasta extendiendo su imaginación», argumentó.
«Así que fue un tremendo alivio para mí poder hacer Ready Player One porque mi imaginación había estado hibernando durante mucho tiempo, había estado gritando para salir. Cuando fue liberada en esta película, junto a la imaginación de Ernest Cline (autor de la novela y guionista de la cinta) y Zak Penn (coguionista), simplemente fue una explosión para mí», añadió.
Nuevos mundos
De nuevo enfrascado en la tarea de crear nuevos mundos para la gran pantalla, Spielberg (Cincinnati, EE UU, 1946) fichó para Ready Player One a los jóvenes actores Tye Sheridan (Mud ) y Olivia Cooke (Bates Motel ) que, acompañados por veteranos como Mark Rylance o Ben Mendelsohn, modelan una cinta que, por encima de todo, es un apasionado homenaje a la cultura popular de los años ochenta.
Ambientada en 2045, Ready Player One retrata una sociedad hastiada y en declive en la que todo el mundo se conecta a Oasis, una realidad virtual de unos y ceros en la que hasta la felicidad parece posible.
Tras la muerte de su extravagante creador James Halliday (Rylance), Oasis organiza un concurso para escoger a su nuevo propietario y en el que participa Wade Watts (Sheridan), un improbable héroe en la vida real pero que bajo su avatar Parzival pretende alzarse como vencedor.