LEÖN ■ PATRIMONIO
La Junta ‘cachea’ los monumentos de León
Ante la ruina que planea sobre muchos monumentos leoneses la Junta decidía el año pasado poner en marcha un Plan de Inspección de los Bienes de Interés Cultural, una especie de ‘ITV’ a la que ya han sometido a 17 iglesias, castillos, palacios y monasterios. Hay otros ocho en lista de espera. De algunos se hará un seguimiento
Trabajadores supervisando la cubierta de la Catedral de León en busca de grietas y otros posibles daños. JESÚS F. SALVADORES
Decenas de monumentos han sufrido el ‘mordisco’ del tiempo y el abandono. El castillo de Alcuetas ha sido la última víctima. Este mes se desplomaba el muro occidental de esta fortaleza del siglo XVI declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1949.
La Junta de Castilla y León, que tiene todas las competencias en protección del Patrimonio en la Comunidad, ponía en marcha hace un año el Plan de Inspección de BIC. Para muchos edificios históricos llega tarde. Hasta la fecha 17 monumentos, iglesias, castillos y palacios han pasado esta ‘ITV’, incluido el citado castillo de Alcuetas. Los otros dieciséis son San Marcos, las murallas y los edificios neomudéjares de León; las iglesias de Lois, de Peñalba de Santiago, de Villamoratiel de las Matas, de San Francisco de Villafranca, de la Asunción en Rabanal del Camino y el santuario de la Virgen de la Velilla; el castillo de Ponferrada; los monasterios de San Pedro de Eslonza y San Andrés en Vega de Espinareda; y los castillos de Sarracín y Acevedo en Otero de Curueño; así como los BIC de Sahagún.
La Junta no desvela las patologías y daños que ha detectado en los 17 monumentos que ha ‘cacheado’. Únicamente, que dada de la situación de algunos de ellos, será preciso hacer un seguimiento.
Otros ocho están ya en la lista de espera para ser revisados. Se trata del conjunto histórico de Lois, el monasterio de Sandoval, la Catedral de León, San Isidoro la iglesia de Santiago de Villafranca, el castillo de Cornatel, la iglesia de Santa María de Vizbayo y el castillo de Balboa.
Fuentes de la Consejería de Cultura recuerdan que «son los propietarios y gestores de los bienes integrantes del Patrimonio Cultural de Castilla y León los obligados a conservarlos, custodiarlos y protegerlos para asegurar su integridad y evitar su pérdida o destrucción».
El Patrimonio de la Iglesia
Teniendo en cuenta que buena parte del Patrimonio es propiedad de la Iglesia Católica, en este caso la Junta contacta con la diócesis para que incluya el inmueble afectado en sus prioridades de actuación. La Iglesia tiene muchas posibilidades de que el Gobierno autonómico corra con parte de la factura. Por algo existe la Comisión Mixta Junta de Castilla y León-Iglesia Católica, órgano de coordinación y colaboración para el patrimonio cultural eclesiástico. No hay que olvidar que la Iglesia posee más de 200.000 bienes muebles en las once diócesis de esta comunidad autónoma.
Los particulares y las entidades locales pueden acogerse a los programas de corresponsabilidad y subvenciones destinadas a restauración de edificios monumentales.
En caso de que el titular del BIC lo tenga abandonado, la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León prevé sanciones, la ejecución subsidiaria o la expropiación, que, «aunque se utilizan cuando resulta necesario, no constituyen un mecanismo habitual de gestión del patrimonio y sólo se aplican en circunstancias especiales o extremas», apuntan desde la consejería.
El Plan de Inspección de BIC consta de cuatro líneas de actuación: documentación y diagnóstico, mantenimiento, conservación preventiva y accesibilidad. Para la conservación preventiva la Junta ha comprometido la colaboración de la Unidad de Gestión de Riesgos y Emergencias en el Patrimonio Cultural de Castilla y León (UGRECYL), creada para prevenir las situaciones de emergencia y evitar daños en los Bienes de Interés Cultural.
Otra de las últimas iniciativas de la Junta para mantener controlados los monumentos es tener actualizadas todas las restauraciones en la web de Patrimonio Cultural. Sin embargo, resulta difícil de entender que si los monumentos se revisan periódicamente y la Junta puede llevar a cabo su restauración de forma subsidiaria, decenas de monumentos leoneses estén en estado crítico y otros, como el castillo de Alcuetas, sean irrecuperables.