El universo creativo de Pereira se despliega en Valladolid
roberto jiménez | valladolid
El escritor leonés Antonio Pereira (1923-200) ha pasado a los anales de la literatura española como uno de los mejores intérpretes del cuento a través de un fértil imaginario que una exposición, inaugurada ayer en Valladolid, ha glosado a través de medio centenar de fotografías.
Junto a Medardo Fraile, Ignacio Aldecoa, Francisco García Pavón y Carmen Martín Gaite, entre otros escritores del medio siglo XX, recibió una etiqueta de consumado cuentista a pesar de que se estrenó en la letra impresa con una gavilla de sonetos publicados en la revista Espadaña que dirigía Antonio González de Lama. «Empezó como poeta y todo el que escribe poesía espera ser recordado como tal», explicó a los periodistas Úrsula Rodríguez, viuda de Pereira y testigo de una prolífica trayectoria literaria que se exaltará con esta exposición (El oficio de mirar ), de vocación itinerante.
Desde Una ventana a la carretera (1967), el primero de una quincena de libros de relatos, consagró al cuento su quehacer literario, «el género más cercano a la poesía y no a la novela» como suele pensarse, matizó Rodríguez. Las narraciones breves «son como una gimnasia previa para la poesía porque exprime la idea» en una estructura literaria donde, a diferencia de la novela «donde cabe todo», en ningún caso «puede sobrar ni faltar nada». «La gente ya no se acuerda de que fue un poeta bastante notable», insistió, una cualidad que sí ha tenido en cuenta Juan Carlos Mestre, quien ha seleccionado los textos pereiranos que acompañan las fotografías de Robés.