CULTURA ■ SE IMPONE LA MODERNIDAD
ILC: de la prehistoria al siglo XXI
El edificio Fierro ve remodelados sus espacios, ampliada su biblioteca y eliminadas barreras tras una inversión de 850.000 euros. Además, a la vuelta del verano sus sótanos se habrán convertido en un auténtico museo arqueológico que albergará 3.000 piezas históricas..
e. gancedo | león
El edificio Fierro, icónico inmueble dedicado a la difusión de la cultura leonesa desde 1994, sigue siendo el mismo pero ahora tanto su distribución interna como su habitabilidad, accesibilidad y equipamiento técnico han sido profundamente modificados después de una intensa intervención que, en conjunto, superó los 850.000 euros.
La remozada sede del Instituto Leonés de Cultura, dependiente de la Diputación, recibió ayer la visita del presidente, Juan Martínez Majo; del diputado de Cultura, Miguel Ángel Fernández, y de otros representantes de la institución para comprobar y mostrar a los medios de comunicación el estado final del edificio una vez culminados los trabajos. Fernández explicó que los trabajadores del centro regresarán «de modo inmediato» a unos puestos de trabajo ahora muy mejorados en lo que respecta a espacio y luminosidad. Pero también avanzó a este periódico que a esta intervención seguirá otra, por un valor cercano a los 70.000 euros —incluidos en el presupuesto global—, según la cual se habilitará en los sótanos del inmueble una moderna aula arqueológica, musealizada, donde se custodiará y en ciertos casos exhibirá, la muy importante colección de piezas históricas que son propiedad de la Diputación de León, en número cercano a 3.000: entre ellas se cuentan objetos tan singulares y valiosos como el famoso ídolo de Rodicol, una posible deidad femenina o un símbolo fálico, fechado entre el 1800 y el 2000 antes de Cristo, o diversas piezas procedentes del yacimiento astur-romano de Lancia, propiedad de la Diputación. Los trabajos en este sótano comenzarán en breve, una vez que se retome el trabajo cotidiano en el céntrico inmueble de la calle Santa Nonia, y podrían estar culminados a la vuelta del verano.
Más en concreto, las obras ayer recibidas se refieren a la redistribución de espacios y, fundamentalmente, a la eliminación de barreras arquitectónicas. Así, se han adaptado los aseos, se ha creado una nueva rampa de acceso e instalado ascensor —muy demandado—, se han habilitado despachos y acondicionado la zona de la biblioteca y sala de investigadores con nuevas tomas para dispositivos móviles y ordenadores, además de mejorar las telecomunicaciones e instalaciones eléctricas. A estas obras que acaban de concluir, y presupuestadas en 560.000 euros, se suman las de climatización, valoradas en 37.000 euros, y las de protección contra incendios, que tienen un presupuesto global de 245.000 euros.