CUSTODIOS DEL ARTE
El arte de transportar el arte
‘Correos’ de museos y estudiantes se forman en el correcto traslado de obras de arte en la primera jornada de estas características que se celebra en España y alberga el Musac
Momento en el que se introduce una obra de arte en un contenedor para su traslado en avión.
El Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (Musac), en colaboración con el comité español del Consejo Internacional de Museos (Icom) y su Agrupación de Registros de Museos e Instituciones Culturales Españolas (Armice) ha desarrollado durante el viernes y sábado unas jornadas de formación del denominado ‘correo de obras de arte’. Este profesional de los museos es el encargado de preparar todos los detalles concernientes al traslado de una obra de arte.
La actividad, que se ha celebrado por primera vez en España, ha cosechado un éxito absoluto hasta el punto de que las 110 plazas dispuestas para la misma fueron cubiertas en su totalidad. Profesionales de museos de toda España así como estudiantes de máster y opositores han seguido con gran interés las exposiciones de los responsables de los departamentos de Registro de museos como el Prado, Thyssen-Bornemisza, Guggenheim Bilbao, Museu Nacional d’Art de Catalunya o el Artium. También se contó con la participación de la presidenta de la Asociación de Registros Holandeses, Wendela Brouwer y el gerente de Montaje y Almacenaje de la colección Patricia Phelps de Cisneros y miembro del comité de la Association of Registrars and Collection Specialists, John Robinette. La jornada formativa tuvo su colofón con un simulacro de carga aérea de una obra de arte en los almacenes del Musac por parte de la empresa especializada Feltrero.
La responsable del departamento de Registro del Musac, Koré Escobar, explicó que su trabajo consiste en «gestionar y supervisar todas las cuestiones relacionadas con el traslado de una obra de arte tanto de una colección propia como una temporal». Para ejecutar su trabajo correctamente es fundamental conocer a fondo la colección que gestionan. A partir de ahí se encargan de diversas cuestiones como los seguros, la seguridad, etcétera. Pero el momento más crítico es el del transporte, y el ‘correo’ no se despegará de la obra de arte para verificar que los protocolos de conservación se cumplen adecuadamente y la manipulación y montaje son los adecuados y correctos. Es lo que en el argot se conoce como acompañar a la obra ‘clavo a clavo’ (desde que se descuelga hasta que ocupa su nueva ubicación).
La formación de los ‘correos’ depende de cada museo, y cada ‘registro’ forma a su sucesor. Esta figura, que nació en los museos anglosajones, se implanta paulatinamente en España y trabaja de forma coordinada con los restauradores.
El departamento de Registro de Obras de Arte del Museo del Prado está integrado por cuatro personas. Isabel Bennasar forma parte de este equipo que inició su andadura en la década de los 80. Licenciada en Historia del Arte en 1996 ingresó en el Prado como becaria y desde ese momento desarrolla su labor en el registro.
Bennasar destaca que su quehacer diario «es un trabajo en equipo» y que cada obra requiere «un trato individualizado». Respecto a la jornada en la que ha participado le parece «una magnífica idea que se inserta en una tendencia internacional para homogeneizar criterios y poner en común los problemas a los que hay que hacer frente en el trabajo diario».
Un técnico sujeta correctamente la caja que contiene una obra de arte durante el simulacro en el Musac. F. OTERO PERANDONES
