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En busca del botín romano

Los romanos guardaban su tesoro en una sala subterránea del cuartel general. Nunca ha aparecido. Pero dejaron otro ‘botín’: los vestigios de sus construcciones. Salvar los dos edificios más notables del campamento, el Praetorium y los Principia, dará un vuelco al León Romano..

León

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La aparición de restos del Praetorium —la mansión del legado, máxima autoridad del campamento romano— bajo la plaza de San Pelayo, abre una oportunidad única para la ciudad. A pocos metros se hallan los Principia (el cuartel general romano), en un solar que enfrentó durante doce largos años en los tribunales al Ayuntamiento con los propietarios, ya fallecidos. El litigio evitó que la construcción de un edificio de viviendas destruyera o invisibilizara unos restos excepcionales en Europa.

El campamento de la Legio VII fue el que más tiempo permaneció y el último en abandonar Hispania. Por ello, tiene muchas peculiaridades que León no ha sabido aprovechar hasta la fecha. Por ejemplo, el anfiteatro localizado en la calle Cascalerías y preservado en dos criptas es el único de Hispania ‘adscrito’ a un campamento, con capacidad para 5.000 espectadores.

Los Pincipia llevan años 'abandonados'. Archivo

La aparición de las termas del Praetorium en una pequeña excavación de la plaza de San Pelayo, previas a la reurbanización de la zona, no es casual. En el número 8 de esta plaza ya aparecieron restos de la mansión en la que pudo vivir Trajano antes de ser proclamado emperador. Un solar, que, como en los Principia, se iban a construir viviendas, pero que la Comisión Territorial de Patrimonio mantiene ‘paralizado’. Los restos no son visibles porque el Ayuntamiento, tras el incendió de la vieja casa que había en esta finca salvó la fachada, que lleva apuntalada desde 2004.

Mari Luz González, arqueóloga encargada del sondeo en el que hace una semana aparecían nuevas evidencias del Praetorium, ha desvelado que se va a excavar, por fases, toda la plaza de San Pelayo. Los sondeos no concluirán antes de tres años. Aunque de momento es aventurado predecir si los restos que aún no han salido a la luz están ‘intactos’ o fueron arrasados en algún momento de la historia de la ciudad, se trata de uno de los hallazgos más importantes de las últimas décadas.

La casona de Puerta Castillo preserva restos de la muralla y de los 'contubernia'. F. O. Perandones

En la época de Mario Amilivia como alcalde, cuando se inauguró la ruta del León Romano colocando un monolito en la calle Ancha, la Junta y el Ayuntamiento anunciaron un ambicioso plan para rescatar y rentabilizar restos de hace 2.000 años. Corría el año 2006 y llegaron a anunciar incluso las cantidades que invertiría cada administración: 2,7 millones la Junta; y otro millón saldría de las arcas municipales. En doce años transcurridos, buena parte del patrimonio romano sigue ‘por los suelos’. Ni siquiera el Plan Director de la Muralla se ha cumplido más que en una mínima parte. El gran monumento romano de León sólo ha visto obras ‘in extremis’. Ahora hay un plan para rescatar el tramo de Era del Moro, uno de los ‘puntos negros’ de la fortificación, debido a su delicado estado de conservación. También tendría que haber concluido la ‘obra urgente’ del cubo que se desplomó hace año y medio en Conde Rebolledo.

Edificios nobles

El alcalde, Antonio Silván, ya ha lanzado una petición de ayuda a la Junta y al Estado para conservar los dos edificios más notables del campamento, los Principia y el Praetorium, que originariamente ocuparían 11.000 metros cuadrados —el triple que el Musac—. La preservación de estos vestigios darían otra monumentalidad al León Romano. En la casona de Puerta Castillo se preservan restos de los contubernia, los barracones donde se alojaban los soldados de un campamento que tuvo alrededor de 5.000 militares. La cripta de Puerta Obispo guarda las pruebas de las gigantescas termas que ocupaban todo el solar sobre el que se erigió en la Edad Media la Catedral.

El anfiteatro romano de León es el único de Hispania vinculado a un campamento romano. DL

Pese a que hay restos valiosos, aunque no muy espectaculares visualmente, en León no hay buenos precedentes en el ámbito de la conservación. La construcción de un vial sepultó Ad Legionem. Y la autovía León-Valladolid mantiene tapada y abandonada la gigantesca ciudad de Lancia, a pesar de que la Junta exigió que se preservara «a la vista». Ad Legionem, el gran núceo donde residía la población civil vinculada a la Legión VII (familiares, comerciantes, artesanos, prostitutas...), salió a la luz en dos campañas de excavaciones, que permitieron probar la importancia de las edificaciones de una cannaba de carácter único en España y muy rara en Europa —no hay más de cuatro ejemplos—.

Ciudades como Tarragona o Mérida viven en buena medida a la sombra de su pasado romano. León no ha sabido rentabilizarlo hasta la fecha.

La cripta de Puerta Obispo preserva restos de las termas romanas. Archivo

La muralla precisa obras urgentes, como las que han comenzado en Era del Moro. Marciano Pérez