Diario de León

PATRIMONIO

El camino (de altura) de los eremitas medievales

El proyecto para hacer visitables las Cuevas Menudas de Villasabariego ya está en marcha: tras la aprobación de la ayuda de 190.000 euros por parte de la Diputación, en septiembre se iniciarán unas obras que permitirán un insólito regreso a la vida en el siglo X..

Recreación de la plataforma que permitirá el acceso a las cuevas.

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E. GANCEDO | LEÓN
León

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Historia, naturaleza y turismo se darán la mano, en el plazo aproximado de un año, con motivo del proyecto de consolidación de las llamadas Cuevas Menudas de Villasabariego, en el epicentro de una de las áreas más colmadas por restos del pasado de las Tierras de León. Muy cerca del celebérrimo yacimiento astur-romano de Lancia, con el Camino de Santiago discurriendo a sus pies y a pocos kilómetros de la villa amurallada de Mansilla de las Mulas, de monasterios como los de Sandoval y Gradefes, y de la propia capital leonesa, en estas cuevas excavadas en la tierra arcillosa de los valles del Esla y el Porma vivieron, retirados del mundo, ermitaños medievales a partir del siglo X. Y a pesar de lo curiosas que resultan —aún puede apreciarse en ellas repisas y a la manera de despensas—, y de la amplísima vista del contorno que permiten contemplar, nunca antes habían sido puestas en valor. Hubo propuestas, ideas y peticiones, pero jamás la situación en la que ahora se encuentran: la Diputación anunció, la pasada semana, los monumentos y enclaves elegidos para ser subvencionados dentro de su ambicioso Plan de Restauración del Patrimonio, dotado con unos seis millones de euros. El de las cuevas, presentado por el Ayuntamiento de Villasabariego, fue uno de ellos. «Ya teníamos el proyecto básico, que es obra del estudio de arquitectos Rodríguez Valbuena, y ahora se redactará el proyecto de ejecución —explicó el alcalde, Pedro Cañón—. Nuestra intención es, a partir de septiembre, facilitar y agilizar todo lo posible la aprobación de ese proyecto, y su licitación». Cañón añadió que a los 190.000 euros de los que consta la ayuda de la Diputación se sumarán los 10.000 aportados por el propio Ayuntamiento de Villasabariego. Y apuntó que, dado lo «peculiar» y lo «complejo» del lugar, el plan podría ser completado con el arreglo de detalles aún no contemplados.

Recreación virtual del mirador que se ubicará frente a las Cuevas Menudas y de la plataforma que unirá a seis de estos eremitorios.  RODRÍGUEZ VALBUENA ARQUITECTOS

«Hemos previsto un año de plazo desde el momento en que se dispongan de todas las autorizaciones —comentó, por su parte, Andrés Rodríguez Sabadell, uno de los autores del proyecto—. Quizá se pueda hacer en algo menos de tiempo, todo depende de cómo se dé el trabajo con la arcilla, porque es muy complejo y requiere de un estudio geotécnico previo para saber en qué situación se encuentran».

Unas obras que, en principio, resolverán el estado límite en que se encuentran estos eremitores medievales: el propio proyecto avisa de que se encuentran «en situación de precolapso». El conjunto completo consta de 17 cuevas, seis de las cuales serán visitables, pero algunas ya se han venido abajo, ya que Julián Sanz, en 1923, catalogó 20. Lo contaba al Diario, en un reportaje anterior, la doctora en Historia del Arte Vanesa Jimeno, que las ha estudiado a fondo y que ha colaborado con los arquitectos Andrés Rodríguez Sabadell y Susana Valbuena Rodríguez en este proyecto.

«Actualmente el conjunto se encuentra muy deteriorado debido a la acción de los agentes atmosféricos y el vandalismo, con importantes grietas en la roca y el terreno que las compone, y con algún desprendimiento de la parte superior de la ladera, lo cual tapona parcialmente las cuevas originales —expone la memoria—. Interiormente el estado de las mismas es de precolapso, amenazando derrumbe inminente y con la consiguiente pérdida irreversible de este Bien de Interés Cultural».

Reclamo turístico

El proyecto, en concreto, contempla tres puntos clave: la consolidación y el acondicionamiento de las cuevas, la construcción de un mirador y el acondicionamiento de caminos y accesos. «Las actuaciones previstas se han planteado desde la perspectiva de conseguir una actuación cuya prioridad es garantizar la continuidad en el tiempo de las cuevas pero que al mismo tiempo pretende darles visibilidad, consiguiendo fomentar un reclamo turístico que enlazado al yacimiento de Lancia pueda suponer un conjunto arqueológico de primer orden», continúan. Sobre el mirador, reflexionaban los arquitectos que será «una plataforma excavada en la pendiente opuesta a las cuevas sobre la que se prevé la instalación de una serie de bancos que permitan detenerse a contemplarlas. Se trata de una intervención de mínimos; mínima obra, mínimo impacto».

La memoria del proyecto define con exactitud el objeto de la intervención: «Se trata de seis pequeñas cuevas excavadas en las laderas que se alzan entre el castro de La Griega y el yacimiento de Lancia. Se ubican a unos 25 metros de la base del valle y más próximas a la cima del cerro. Se encuentran fuertemente erosionas por la acción natural, presentando en la actualidad unas bocas de unos dos metros de ancho por 1,5 de altura, con una profundidad conservada de apenas dos metros. Es factible pensar que este conjunto de cuevas tuviera un desarrollo en profundidad mucho mayor del que ahora muestran, habiendo sido rebajadas por la acción de la fuerte erosión que soportan las laderas de estos cerros».

La memoria también hace hincapié en la necesidad de mejorar —y, en su caso, crear— los accesos a la misma, caminos en malas condiciones y senderos de uso agropecuario poco sencillas de encontrar y transitar. De ahí que paneles explicativos, carteles indicadores y nuevas sendas formen parte de la actuación. «El acceso, actualmente, se realiza a través de una serie de caminos rurales que tienen entrada desde la carretera de Villafalé a Villafañe —recuerdan—. La senda no llega hasta el yacimiento propiamente dicho, sino hasta la parte superior de la ladera en que se ubica, no existiendo camino desde este punto hasta la zona de las cuevas».

El proyecto está sujeto a modificaciones ya que aún ha de ser estudiado en detalle por el órgano competente en materia de patrimonio histórico de la Junta de Castilla y León.

Una pasarela con asideros de cuerda permitirá el paseo. RAMIRO

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