PATRIMONIO
El palacio de Grajal, una gran aula de restauración
Alumnos de la Escuela de Arte recuperan yeserías, azulejos y solados del edificio Había partes ocultas tras capas de cal
El palacio de los condes de Grajal de Campos es un monumento inabarcable, un asombroso compendio de historia del arte para cuya salvación, estudio y divulgación toda ayuda y todo compromiso es poco. A punto estuvo de venirse abajo hace tres décadas y desde entonces, subvención a subvención, hacendera a hacendera, congreso a congreso, ha venido viviendo su particular —y lento— proceso de renacimiento. Pero, además, durante estos meses de verano se ha convertido en la mejor aula posible para jóvenes que están formándose y especializándose en restauración de bienes artísticos. No realizan labores menores: entre otras cosas, han descubierto y recuperado bellas decoraciones del XVI tapadas con cal, y dejado a la vista rincones hasta ahora ocultos.
Son una docena de alumnos de las Enseñanzas Artísticas Superiores en Conservación y Restauración de Pintura —materias que se imparten en la Escuela de Arte y Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de León— los que están participando en esta campaña de verano. Un fecundo tipo de actividad formativa —positiva tanto para el monumento como para los jóvenes— fruto del convenio suscrito entre la Consejería de Educación del gobierno autonómico y el ayuntamiento de la localidad, «a través del cual los estudiantes de estas enseñanzas superiores desarrollan sus habilidades y llevan a cabo la aplicación de los conocimientos prácticos adquiridos en el aula», explicó Jorge Martínez Montero, jefe de Estudios de la Escuela de Arte.
Las intervenciones, autorizadas por la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de León, se han centrado en tres zonas del palacio, correspondiendo cada una a técnicas artísticas diferentes. «En el salón anexo a la logia se ha intervenido en una solería de baldosa de terracota y decoración de azulejería, realizando labores de conservación, así como de clasificación y estudio de nuevas piezas aparecidas —detalló Martínez Montero—. Por otro lado, en el oratorio se ha trabajado en la recuperación de las pinturas murales que subyacían bajo sucesivos encalados del paramento, siendo consolidadas para la continuación de los trabajos en sucesivas fases, mientras que en la sala de la chimenea los trabajos se han centrado en las molduras de yeso de la misma, así como en la recuperación de la yesería de la puerta que la flanquea».
Previamente, además, realizaron labores de estudio y documentación de los bienes a restaurar, «determinando así el estado de conservación en el que se encuentra el conjunto y las propuestas más efectivas en cada caso», prosiguió el profesor y jefe de estudios.
Así, en el suelo cerámico se llevó a cabo una intensa limpieza y consolidación tras haberse eliminado previamente una serie de morteros de reposición. En el oratorio recuperaron un conjunto de pintura mural de iconografía ascensional a base de motivos estrellados sobre fondo azul que subyacía bajo el encalado, realizando tareas de consolidación en las zonas descubiertas.
Por último, consolidaron estructuralmente las yeserías de la chimenea y efectuaron en ellas una limpieza mecánica y físico-química, «recuperándose un conjunto de yeserías que permanecían ocultas en la puerta aledaña a la chimenea, aludiendo a motivos animalísticos y vegetales, entre los que sobresalen diversos armiños como emblemas de los Vega, promotores del palacio», indicó Martínez Montero.
Las labores han sido supervisadas por los restauradores y profesores del centro Blanca Rodríguez y Marcos Cachaldora, y los resultados de dicha intervención se expondrán en el marco de las VII Jornadas de Conservación y Restauración, y publicados en el próximo número de la revista Educación Restauración, disponible on line desde la web del centro. «Estas prácticas son una buena muestra del nivel profesional adquirido en estos estudios, que llevan impartiéndose en la Escuela de Arte durante diez años, formando a restauradores cuya titulación cuenta con un nivel de equivalencia a grado universitario, a través de un plan de estudios de cuatro años y para las que todavía existen plazas libres en la convocatoria extraordinaria del mes de septiembre», quiso resaltar Martínez Montero.
Por su parte, el alcalde de Grajal, Francisco Espinosa, agradeció la iniciativa y la labor de los estudiantes, y habló a este periódico de las dos subvenciones —por un importe global de 200.000 euros— que recientemente le otorgó la Diputación. La de 44.000 euros irá destinada a la restauración de la gran escalinata del palacio, y la de 160.000, entre otras cosas, a soterrar los cables eléctricos que impiden una visión completa del gran edificio terracampino.
Uno de los estudiantes, trabajando en el bellísimo solado del salón del palacio . ESCUELA DE ARTE DE LEÓN
Los alumnos participantes, junto a sus profesores. ESCUELA DE ARTE