CARLOS BALACERA músico
«Este libro es el disco que no grabaré nunca»
El astorgano habla hoy en el pub King Kong sobre ‘Escríbalo yo, léalo el Diablo’.
pacho rodríguez | león
Carlos Balacera presentó en junio su Escríbalo yo, léalo el Diablo (Marciano Sonoro Ediciones), libro de debut con el que, como no podía ser menos, soltó sus demonios literarios. Por supuesto, ya ha pasado por Astorga y hoy le toca el turno en Ponferrada (pub King Kong, 13.00 horas) y el día 18, en el Kulturweek de Pobladura de Pelayo García. Asegura que todo va por encima de las expectativas, tanto en ventas, acogida y petición tanto de ejemplares como de presencia en eventos. Quedan muchas aventuras porque puede decirse que con este Escríbalo yo, léalo el Diablo , Carlos Balacera está más que disponible. Y en el horizonte, futuras visitas a Madrid, Oviedo... Son los tiempos de acción literaria de alguien que llegó a la escritura a través de sus pasión lectora.
—‘Escríbalo yo, léalo el Diablo’ es el resultado de ser un lector que se pone a escribir?
—Totalmente. No tengo ninguna intención de sentar cátedra como escritor. Soy, con mucha diferencia, mucho más lector que escritor.
—Aunque sea pronto, ya que se trata de su primer libro, ¿cómo se posiciona en el mundo literario, como un ‘outsider’, como un músico que hace una incursión en otro terreno?
—Totalmente outsider . Y no sólo eso. Outsider sin ánimo de ser insider .
—¿Qué tenía que contar para necesitar un libro?
—Realmente, no sé si era necesario. Lo que sí sé es que quería hacerlo y la idea me atrapaba. Si, encima, tenía la posibilidad de editarlo con gente competente, no me iba a resistir.
—¿Qué dosis de tiempo y aliento son necesarios para llegar a un libro?
—Tiempo y aliento han sido fundamentales. El tiempo, porque nunca lo tuve o lo invertí bien. El aliento, porque lo desperdicié muchas veces y era hora de aprovecharlo.
—Dice la información que este libro llega tras dar un giro su vida. Pero surge antes, ¿no?
—Sí y no. La idea llevaba años ahí. Escribirlo fue dicho y hecho.
—Sobre este giro de su vida, ¿qué cambios principales cree que ha tenido en cuanto a su percepción de la vida?
—Cada vez que la vida te manda a la lona, te da tiempo a pensar durante la caída. Si, además, consigues levantarte, tienes el doble de tiempo para pensar. A mí me dio tiempo a ver venir el suelo, cerrar los ojos, abrirlos y, durante ese tiempo, pensar y aprender. Y escribir este libro fue una de las primeras aplicaciones que di a esa reflexión.
—Con cinco discos con Balacera, este ‘Escríbalo yo léalo el Diablo’, ¿qué disco sería? ¿Cuál es el espíritu de rocanrol que llevaría dentro?
—Sería el que sé que nunca grabaré. Realmente, tiene mucho rocanrol y mucho de mi manera de verlo.
—¿Qué tiene escribir un libro, en el que prima la soledad, que no tenga la experiencia de subirse a un escenario a cantar delante de la gente?
—Cambia mucho. En este proyecto no tengo referencia. En la banda, siempre hay quien ponga pegas o dé una palmada. Es un trabajo de equipo. Aquí, trabajo sin red.
—¿Con qué tipo de escritores se identifica, por afinidad, por gustos, etc?
—No me identifico con ningún escritor, puesto que yo no lo soy. Otra cosa es que me gusten desde Bukowski o Ray Loriga hasta José Carlos Romero o Sabino Méndez. Todos me influyen, pero a ninguno me parezco, ni quiero. No soy un literato; ya lo dice mi editor.