Sandoval, escenario de lujo para la música celta

Lugar: monasterio de Sandoval.

Hora: 21.00.

Entradas: ya agotadas.

dl | león

«La música tiene muchas virtudes y poderes, pero una de ellas es la que te permite conectar con la gente. Intentar una empatía que, desde mi punto de vista, sería muy positivo aplicar a otros ámbitos de la vida: la política, por ejemplo». Son palabras para Diario de León de Carlos Núñez, el gaitero español más internacional que hoy ofrece un histórico concierto en la iglesia del monasterio de Santa María de Sandoval (municipio de Mansilla Mayor).

Y es histórico porque nunca antes había acogido el emblemático monumento leonés una actuación musical de estas características. Los primeros domingos de cada mes, y desde hace trece años, los miembros de la Coral del Císter de Sandoval entonan sus cantos gregorianos, pero jamás se había abierto a otro tipo de sonidos ni a un artista internacional como Núñez.

Lugares con encanto

De hecho, el concierto se enmarca en la gira más «diferente y ambiciosa» del gaitero vigués, en la que se encuentra inmerso y que le está llevando a espacios singulares, históricos, «incluso algo olvidados, pero en todo caso con magia, singulares», decía el artista, de toda España. Entre ellos, iglesias, colegiatas, castillos y hasta dólmenes.

«Lo de Sandoval va a ser un experimento total —reflexionaba en la citada entrevista—. No sé qué pasará, pero hay que intentarlo. A cada lugar llevamos un repertorio distinto, y en Sandoval haremos Mil años de música , con sones del Pórtico de la Gloria y de cancioneros peninsulares». Un espectáculo que va como anillo al dedo al monumento y para el que el público ha respondido muy positivamente, ya que las 350 localidades —el recital tendrá lugar en la iglesia— están agotadas. Además, fiel a su costumbre de incorporar artistas y canciones locales a sus actuaciones (en León ha invitado a dulzaineros, flautistas, gaiteros...), esta vez le acompañarán, en algunos temas, miembros de las bandas de gaitas Ciudá de Llión y Templarios del Oza.

Se trata de un episodio notable en el particular ‘renacimiento’ de Sandoval, que hace un año permanecía cerrado y ahora, con la nueva corporación municipal, tiene al menos horario de visitas y un plan para restaurar el edificio de la Panera con 200.000 euros de presupuesto.