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ARQUEOLOGÍA

Babia ya era pastora hace cuatro mil años

Una campaña del CSIC y la universidad inglesa de Durham recupera restos de la Edad del Bronce en Cabrillanes. Ofrece datos valiosos sobre la continuidad del uso ganadero en la zona

Excavación en los restos de una cabaña pastoril arruinada. La campaña se centró en un área del municipio de Cabrillantes. INCIPIT-CSIC

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E. GANCEDO | LEÓN
León

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«Cuando caminamos por la montaña, por los pastos altos, solemos ver abundantes restos de construcciones ganaderas, de muros, de chozos... y tendemos a pensar que son recientes, tradicionales, de hace como mucho un par de siglos. Lo que hemos hecho es excavar algunas de estas estructuras porque pensamos que pueden ser más antiguas...». Y tanto que pueden serlo. Las palabras pertenecen a David González, investigador del Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC y que ha encabezado una ambiciosa campaña de investigación desarrollada durante las últimas semanas en una zona del municipio babiano de Cabrillanes. Una campaña en la que trabajaron juntos estudiantes y especialistas del CSIC y del departamento de Arqueología de la Universidad de Durham (Reino Unido); españoles, británicos y portugueses.

Y entre los hallazgos de estas excavaciones —el proyecto buscaba analizar la evolución del pastoreo en la cordillera Cantábrica desde sus orígenes en la Prehistoria—, hay fragmentos de cerámica datados en la Edad del Bronce. «Son testimonio de cómo estos pastizales de altura ya eran frecuentados hace unos 4.000 años por grupos humanos que serían responsables, probablemente, de la temprana domesticación en estas montañas», transmitió González, asturiano de Salas y para quien esta campaña ha supuesto la excavación más importante llevada a cabo en Babia. «Es una zona bastante potente en cuanto a arqueología, pero de momento también muy inédita», aseguró.

Ruinas de cabañas, de corros, de chozos, de encerraderos de ganado... fueron identificadas con precisión por los investigadores, así como los vestigios de sus hogares; en realidad construcciones muy parecidas a las que hasta nuestra época han llegado con los usos ganaderos tradicionales, y que demuestran la ininterrumpida continuidad del pastoreo en esta comarca desde aquellos lejanos siglos. «Todas las gentes que aquí han vivido han buscado, en el fondo, cosas muy concretas: pasto, agua, resguardo y buena orientación con respecto al sol; por eso aquellas gentes y las contemporáneas han ocupado los mismos espacios», comentó González. Y precisa que se decidieron por esta zona alta del municipio de Cabrillanes «por mantener, hoy, vivo el pastoreo». Y es que los ganaderos «son una de nuestras fuentes de informacion principales, al mostrarnos muchos lugares de interés», avisa. Ahora comienza un trabajo de despacho que arrojará luz sobre las hipotésis que plantean los hallazgos sobre unas gentes que, se supone, vivían siempre de modo itinerante y en distintos asentamientos según la época del año. «¿Nos encontramos ante las huellas dejadas en Babia por los primeros pastores que modelaron con sus rebaños estos paisajes a finales de la Prehistoria? El análisis de los datos ofrecerá respuestas en los próximos meses», anuncia. El proyecto cuenta con el apoyo de la Diputación, el Ayuntamiento de Cabrillanes, la Universidad de Durham y el Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC.