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PATRIMONIO

Un viaje al pasado entre las ruinas de Eslonza

El proyecto aprobado por la Diputación hará visitables los restos del cenobio leonés. El presupuesto es de 200.000 euros.

Vista áerea del conjunto, donde se aprecia el claustro con pavimento de canto rodado y el pozo de agua central.

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E. GANCEDO | LEÓN
León

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Durante mucho tiempo ha sido, tan solo, unos paredones informes y unas cuantas leyendas grapadas a sus piedras. Ahora, después de la intensa y muy reveladora excavación a la que fue sometido en 2016, San Pedro de Eslonza es algo más pero sigue sin ser del todo elocuente, para el visitante, de lo que llegó a ser: un formidable monasterio, probablemente el segundo más grande de León tras el todopoderoso de San Benito de Sahagún, que regía vidas y haciendas en una amplia parte de la provincia y que, a pesar de su enorme patrimonio —cuadros de discípulos de Velázquez y valioso mobiliario sacro incluidos— no pudo superar la Desamortización de Mendizábal y acabó reducido a ruinas en apenas un siglo. No sin que antes su arte se desperdigara por varios pueblos y que su fastuosa portada se trasladara, piedra a piedra, al capitalino templo de San Juan y San Pedro de Renueva.

Y para que el visitante pueda conocer estas y muchas otras cosas de un gigante hoy en osamenta, el Ayuntamiento de Gradefes diseñó un proyecto con objeto de hacerlo paseable y contemplable, iniciativa que supone la continuación de la ya citada excavación —las máquinas no entraban en el lugar desde el traslado de la portada, en los años cincuenta—, y que se propuso para el ambicioso Plan de Restauración de Patrimonio de la Diputación, de seis millones de euros. El proyecto resultó aprobado, dotado con 200.000 euros y a partir de septiembre iniciará su tránsito para convertirse en realidad tras llevarse a cabo el concurso, licitación y demás trámites administrativos. «Las obras como tales pueden durar un mes o mes y medio, así que para la próxima primavera; en todo caso antes del verano; habrán finalizado los trabajos», explicaba ayer el alcalde de Gradefes, Amador Aller.

El proyecto previo habla de la «consolidación y adecuación para visitas turísticas en el monasterio de San Pedro de Eslonza» y pretende, ante todo, «completar la consolidación de la mayor parte de los restos y acondicionar el edificio con el fin de permitir esas visitas garantizando la seguridad de las mismas y evitando el avance del deterioro de los restos existentes», como reza el documento, elaborado por el estudio de arquitectos Rodríguez Valbuena. La redacción, además, habla de «ampliar la anterior intervención con la recuperación y consolidación de los restos del monasterio que no se pudieron llevar a cabo entonces, y que consistirán en el desescombro del área del patio con las dependencias situadas en torno al mismo, su limpieza y la adecuación de las ruinas de toda esta parte del complejo monástico».

Las visitas se harán factibles al proponerse «el acondicionamiento del suelo en un itinerario interior que permita realizar un recorrido señalizado. Este recorrido se realizará con pavimentación granular, de forma que se facilite cualquier posible excavación arqueológica posterior, diferenciando una banda de paso más definida ejecutada con gravas y que se diferencie del resto de pavimentos ejecutados con arena».

En cuanto al suelo del claustro, el proyecto propone «la reconstrucción de las zonas que han perdido la antigua pavimentación con un solado enmorrillado similar al actual pero ligeramente diferenciado en color, y con una banda señalizadora metálica en su perímetro que permita la identificación concreta de la actuación. Se plantea, además, la inclusión de una señalización interior que vaya detallando las características de las distintas estancias», continúa el documento técnico.

Entre otras cosas, asimismo, los especialistas hablan de «ejecutar un vallado perimetral provisional en la parte frontal del monasterio pero retranqueado hasta el borde del camino para permitir su observación sin el actual vallado adosado al muro de cierre». En cuanto a la limpieza y desescombros, afectarán a los dos ambientes, el huerto y la zona sur. «Los trabajos comenzarán con la intervención en el ala sur y posteriormente se abordará la limpieza del huerto. El desescombro de estos ambientes, aparte de recuperar el espacio original, arrojará luz sobre la funcionalidad o el destino de los mismos, que en algunos casos y a la vista del estado actual resulta difícil de precisar», como indican los arquitectos en el documento.