La vigencia de Why?
L o confieso: yo sí estuve el 28 de octubre de 1978 en la sala de fiestas Ramsés II, en La Bañeza, en su primer concierto. Y luego en Astorga, en Santa María del Páramo, en Carrizo de la Ribera, en León… Siempre estuve donde estaba Why?, si no físicamente, sí emocionalmente. Porque ellos pusieron letra y ritmo —y amistad— a la banda musical de la época más impulsiva de mi juventud. Es posible que nadie haya escrito más —sí mejor, eso seguro, y con mucho más criterio— de Why? que yo. Y eso no puedo tenerlo por mérito, sino más bien por orgullo.
Si hay una afirmación que pueda sostener con absoluta certeza es la de que no hay casete que haya dado más vueltas en mi vida musical que el que recogía en ese formato el contenido de su disco homónimo, ya al final de su carrera como grupo (1981). En momentos en los que emergía la ‘movida madrileña’ hubo aquí otra, la ‘movida astorgana’, que en realidad podría haber sido también la de La Bañeza, de Ponferrada o de León.
Pero no deja de ser paradójico que en una ciudad llena de sables y misales emergiera con tanta fuerza —la de Why? y la de las otras bandas que la precedieron— una incontenible manifestación cultural que no sólo tuvo su expresión de la música, sino también en las otras artes. ‘Astorga, ciudad turística’ fue —sigue siendo hoy— la mejor crónica de un tiempo y una ciudad que, por lo demás, era de excesiva quietud social y sobrada ranciedad. Fue en ese contexto social en el que Why?, unidos en su fundamento desde la pertenencia de sus impulsores a un grupo Scout, puso voz a una juventud que no estaba dispuesta a perpetuar esa situación, defendida desde el confort de los estamentos sociales eternamente dominantes y de algún cacique de libro, en e incluso después del franquismo.
«Leoneses no emigréis / no vayáis a otras regiones / que estáis dando de comer / a más de cuatro cabrones» fue un grito desesperado contra una situación perpetuada y en defensa de una generación que no veía expectativas de futuro en una sociedad y una provincia todavía dormidas bajo la contención política y la complacencia social. Porque esas letras un tanto abruptas y apenas cinceladas —«No ponen industrias porque nos contaminamos, no nos dan trabajo porque entonces la cagamos»— eran la manifestación de un sentimiento generalizado de desesperación y necesaria rebeldía juvenil, lo que todos queríamos escuchar y ellos —sólo ellos— contaban y cantaban.
Pero la ‘osadía’ de Why? trascendía la contundencia verbal de sus textos y era evidente también en la radicalidad de su puesta en escena y la rotundidad de su rock, rock duro, sin remilgos, lo que convirtió a la banda astorgana en referencia imprescindible en ese sentido incluso más allá del ámbito geográfico provincial.
Dándole una vuelta más a ese casete, uno no puede dejar de sorprenderse todavía ahora —y quizá por ello más que nunca— de la fuerza de su rock y de la clarividencia y la contundencia de esos textos. Por ejemplo, el que acompaña a los primeros acordes de ‘León, la bella durmiente’, un auténtico himno entonces para una generación sedienta de futuro: «León tierra olvidada / León tierra explotada / ¿dónde está tu dinero? / ¿dónde están tus hombres? / Se llevan tu energía / se llevan tu dinero / te dejan sin tus hombres / y te dan por el trasero’. Música y letras intergeneracionales, porqués que siguen sin tener respuestas, asuntos contemporáneos y preocupaciones que siguen provocando el clamor social. La vigencia de Why? es sin duda hoy un valor a añadir al valor y los valores que tuvo entonces la banda. Y eso, cuarenta años después. Muy guay.