ENTREVISTA
Jacques Audiard: "Necesitaba alejarme un poco de la oscuridad"
El realizador francés presenta en Venecia 'The Sisters Brothers', el primer largometraje que rueda en inglés y con actores de Hollywood
Se ha convertido en uno de los grandes cineastas europeos hablando de hombres marcados por la violencia en títulos como ‘El profeta’, ‘De óxido y hueso’ y ‘Dheepan’, y subvirtiendo en todos ellos los códigos del cine de género para ofrecer complejos estudios psicológicos. Vuelve a hacer ambas cosas en la magnífica película que presenta a concurso en la Mostra de Venecia: ‘The Sisters Brothers’, el primer largometraje que rueda en inglés y con actores de Hollywood –Joaquin Phoenix, Jake Gyllenhaal, John C. Reilly--. En él se sitúa en la América de la fiebre del oro, con sus buscadores de fortuna y sus cazadores de recompensas, para ofrecer mucho más que una película del oeste: una conmovedora meditación sobre la posibilidad de construir una utopía -o al menos encontrar un remanso de paz- en un mundo lleno de avaricia y brutalidad, y uno de los más bellos retratos del amor fraterno proyectados recientemente desde una pantalla grande.
¿Es el wéstern un género por el que usted sienta especial predilección? Nunca antes había rodado uno. No, la verdad. Mire, el cine significó mucho para mí desde que cumplí los 11 años hasta que cumplí los 25. Y durante mucho tiempo lo utilicé para fijarme en cómo se comportaban los actores con las mujeres y aprender así cómo ligar con chicas. En ese sentido, mis maestros fueron tipos como Jack Nicholson o Jean-Louis Trintignant. Pero nunca me fijé realmente en John Wayne.
¿Cree que eso puede haberle resultado útil a la hora de rodar ‘The Sisters Brothers’? Es posible que no sentir ninguna nostalgia por el género me haya ayudado, sí. Mucha gente tiene ideas preconcebidas acerca de cómo era la vida en el lejano Oeste que han creado a través todos los wésterns que han visto. Yo no tenía ninguna, así que decidí documentarme. En realidad, me aproximé al género como lo haría a cualquier película de época, y quise alejarme conscientemente de la mitología asociada a él. De hecho, tuvimos ocasión de rodar la película en América pero en cambio preferimos hacerlo en Almería, Pamplona y Rumanía.
Usted ya había rodado antes películas ambientadas en el pasado, pero nunca se había ido tan atrás en el tiempo. ¿Qué conexiones con el ‘zeitgeist’ tiene la historia que ‘The Sisters Brothers’ cuenta? Es una película sobre el final de un mundo y el principio de otro. El Oeste americano a mediados del siglo XIX era un lugar fundado sobre el asesinato y el genocidio, y en cuanto la gente se asentó, y construyeron ciudades y ferrocarriles, se dieron cuenta de que no podían seguir matándose entre ellos, porque si no esa civilización no sobreviviría. Creo que ahí hay una lección muy valiosa para el mundo actual en muchos aspectos, no solo el militar sino también el medioambiental.
Como todo su cine previo, ‘The Sisters Brothers’ transcurre un mundo brutal, pero la violencia no está tan explícitamente representada en esta película como en las anteriores, ¿por qué? La violencia y su representación en pantalla es un asunto que siempre me ha interesado, y está claro que ese elemento siempre ha sido un consustancial al wéstern. Pero escribí la película a la manera de un cuento de hadas, y por tanto diseñé la violencia que aparece en ella como si fuera vista a través de los ojos de un niño o incluso como si fuera cometida por un niño. Creo que, en general, esta es mi película más luminosa y optimista. Necesitaba alejarme un poco de la oscuridad.
A lo largo de su carrera usted ha tomado géneros como el ‘film noir’, el cine carcelario o el melodrama y ha subvertido sus códigos. Ahora ha vuelto a hacerlo con el wéstern. ¿Es un método consciente? Lo cierto es que no me levanto de la cama cada mañana pensando: ‘¿qué género voy a subvertir esta vez?’. No siento esa necesidad. Diría que mi método es más bien tomar ideas personales y vehicularlas a través del léxico de uno u otro género. El género es como un vehículo, o una excusa; mi forma de conectar de la forma más inmediata con el espectador. Podría decirse que esa es mi fórmula, aunque suene feo. En todo caso cada vez que empiezo un nuevo proyecto tengo la sensación de ir en contra del anterior.