Lluis Pasqual deja el Teatro Lliure tras denuncias por acoso laboral
m. lorenci | madrid
Dos meses después de que se lanzaran contra Lluis Pasqual varias acusaciones por acoso laboral y despotismo, el director y creador del Teatro Lliure de Barcelona presentó su dimisión como director de la institución. Fundador en 1976 de este centro dramático crucial para la vida cultural en Cataluña, más de 800 profesionales del teatro habían exigido el cese de Pasqual por presuntas «prácticas abusivas de los derechos laborales» y una actitud «despótica» con los trabajadores. Pasqual comunicó su renuncia en una carta remitida el viernes al presidente y patronos de la institución, después de que las acusaciones provocara una fuerte división con manifiestos a favor y en contra de la continuidad de Pasqual, respaldado por profesionales como Núria Espert, Antonio Banderas, Rosa Maria Sardà o Josep Maria Flotats. «Lo que empezó como una calumnia en las redes sobre mi comportamiento como director de escena y más tarde como director del Teatre Lliure se ha convertido en un debate público en el que se han mezclado muchas cosas, pero la consecuencia grave es que ha contaminado al equipo humano del Lliure, y se ha convertido en un debate interno», plantea Pasqual en su carta. Recuerda cómo «en los teatros que he dirigido siempre he tenido el pleno apoyo del equipo, absolutamente imprescindible para sacar adelante un proyecto que en estas condiciones me siento incapaz de liderar». Las acusaciones partieron del colectivo Dones i Cultura, que reclama ahora que su relevo se realice mediante un concurso «público y transparente», que respete la ley de paridad. Dones i Cultura pidió su dimisión al entender que Pasqual se había «excedido» en sus funciones y realizado presuntas «prácticas abusivas contrarias a los derechos laborales más básicos».