La Cabrera reabre en La Cuesta su pasado castreño
La ingente cantidad de hallazgos no despeja el origen de este enclave milenario.
dl | león
La Cabrera encierra aún muchos secretos milenarios. Un equipo de arqueólogos ha abierto una ventana al pasado castreño de esta comarca en La Cuesta, un yacimiento que ha permanecido ‘olvidado’ durante 35 años. La gran cantidad de materiales localizados desbordó las expectativas de lo que pretendía ser un sondeo exploratorio para valorar el potencial de La Cuesta. La campaña ha sido promovida por el Ayuntamiento de Truchas, la Junta Vecinal de La Cuesta y el Instituto Leonés de Cultura.
Los investigadores confían en continuar con nuevas campañas en años venideros si se consolidan los apoyos económicos. El equipo estuvo dirigido por Andrés Menéndez Blanco y contó con la participación de Valentín Álvarez Martínez, con una amplia experiencia en arqueología de la Edad del Hierro y romana, David González Álvarez, investigador del Instituto de Ciencias del Patrimonio del CSIC, y el estudiante Aitor Merino Vázquez. La financiación del proyecto corrió a cargo del Ayuntamiento de Truchas, la Junta Vecinal de La Cuesta, y el Instituto Leonés de Cultura de la Diputación Provincial de León.
Última excavación
Desde que en 1983 se realizara la última campaña de excavaciones arqueológicas en los castros de Corporales (Truchas) no se había vuelto a actuar en ningún otro poblado fortificado de la Edad del Hierro y la época romana de la Cabrera Alta. En los 35 años transcurridos desde aquellas investigaciones pioneras no han faltado autores que documentaron numerosos asentamientos nuevos en el valle del río Eria. También se ha avanzado considerablemente en el estudio de la minería romana de la comarca desde distintas perspectivas disciplinares. Sin embargo, la renovación de la arqueología castreña y romana en el Noroeste ibérico durante las últimas décadas reclamaba retomar las investigaciones sobre el terreno para incluir los castros cabreireses en los vivos debates de la Arqueología actual, donde nuevas hipótesis pautan las discusiones y nuevas metodologías permiten hoy obtener informaciones que hace unas décadas era impensable analizar.
Hasta el momento el yacimiento tan solo ha ofrecido una muestra limitada de la envergadura de su potencial para el conocimiento de la comarca de Cabreira en la antigüedad, pero realmente está todo por descubrir. La excavación fue realizada en una pequeñísima porción de la extensión total del gran recinto castreño.
A través de nuevos trabajos más ambiciosos se podrían desvelar las preguntas claves que todavía no han obtenido respuesta. ¿Cuándo nació y cuándo se abandonó el poblado? ¿Se trata de un castro originado en la Edad del Hierro que sobrevive hasta época romana o es un asentamiento fundado directamente en relación con la explotación minera de época romana?