La colegiata desconocida
Entre los múltiples cambios que deparará el ‘nuevo’ museo, que ampliará sus actuales 1.200 metros cuadrados hasta los 3.200, está la apertura de espacios hasta ahora vedados al visitante, como la escalera renacentista y las galerías altas del claustro, además de importantes piezas como el pendón de San Isidoro o el ajuar funerario de la infanta doña María, así como pasear por el adarve de la muralla. También se abrirá una nueva puerta de acceso y se revisará por completo la información que se pretende transmitir.