«A mis 49 años, soy un músico emergente»

Que la gente sienta unas irrefrenables ganas de bailar y note cómo les recorre el cuerpo un poderoso torrente de energía sonora, eso por supuesto. Pero otro importante objetivo del segundo disco de Goodman Collective, la nutrida, inquieta y bienhumorada banda encabezada por Javier Baillo, es la de introducir en el lenguaje habitual una nueva expresión, Le funka la swinga, título del álbum, algo fácilmente aplicable a un sinfín de situaciones cotidianas a las que quitar importancia... o situar en sus justos términos.

El grupo, que sitúa sobre el escenario a una docena de personas, presenta su nueva criatura este viernes en Espacio Vías (a las 21.00 horas, entradas anticipadas a 8 euros en el Belmondo y Music Center, 10 en taquilla). Baillo, bajista, compositor y, ante todo, hombre que hace encajar todas las piezas de este puzle multitalento, explica que la banda hunde sus raíces —ante todo— en lazos personales, en colaboraciones y en la pura y fecunda amistad. Soul, jazz, acid jazz, blues, rap y rock son ingredientes de un contundente cóctel cuya base principal es el funk afroamericano y donde todas sus canciones han sido firmadas y producidas por Baillo y Pepe López, amén de grabadas en los estudios DPM y Music Center de León entre enero de 2017 y agosto de 2018. Además de los miembros estables, el proyecto contó con colaboraciones de lujo como la del exitoso saxofonista leonés Lu Gotti o el armonicista más demandado en el mundo, Antonio Serrano.

«El primer disco, Wondering, financiado en parte por crowdfunding, era un poco más cerrado, hecho para nosotros; este es más abierto, hemos querido mirar más hacia el público y menos hacia el músico», declaró Javier Baillo, y recalcaba que su fin prioritario es que la gente se sienta atravesada por el funk, que éste sea «un elemento liberador de la rutina».

Un proyecto del todo independiente y libérrimo, y sin duda más indie que los de muchas bandas congregadas bajo ese paraguas aunque cuenten con el amparo de poderosas compañías. «Eso de indie se empezó a aplicar en Estados Unidos, a mediados de los ochenta, a grupos que buscaban una alternativa a las grandes discográficas. Por eso siempre digo que nosotros sí que lo somos. A mis 49 años, me enorgullezco de seguir siendo un artista emergente».

En el concierto del viernes, previsto para mayores de 18 años, estarán presentes Pepe López (batería), Javier Baillo (bajo), Miguel Ángel Fuertes (guitarra), Juan Galiardo y Mario Morla (teclados), Mark Gibson (trompeta y fliscorno), Juanjo Castellanos (saxo tenor), Rubén Díaz (saxo alto), Sonia Rubín, Diana Majo y Andrea López (voces) y Dago Rodríguez (rap). Los artistas invitados serán Javier Gutiérrez (guitarra), Mikel Ferrer (armónica), Marta Fierro (flauta travesera), José Ángel Fernández (voz) y Carlos Carrrera (percusión).

Baillo resaltó que en León hay un «enorme talento musical» y que en estos momentos las facilidades técnicas hacen que, «prácticamente, lo que se puede hacer en Nueva York se puede hacer también aquí». En resumidas cuentas, lo que cuenta sigue siendo lo de siempre: «El talento y la valentía».

Plano cenital de la formación durante un ensayo. DL