ilustraciones con garra
Personajes de un reino felino
Este es un reto singular: convertir a los reyes y reinas de León en mininos «para quitarles unos cuantos siglos de polvo acumulado». Es uno de los muchos proyectos del joven ilustrador Carlos Puerta, que también moderniza la imagen de tradiciones como la ‘cuelga’ y personajes como la Pícara o los guirrios.
e. gancedo | león
«Me sorprende lo poco que la historia se explota en esta tierra, podría ser una gran opción de futuro solamente con que hubiera un poco más de visión». Esa reflexión es de Carlos Puerta Reguera, un joven ilustrador leonés que firma como TitoCá y que, entre otras diversas aventuras creativas, se propuso hace tres años un curioso reto: intentar revivir a los antiguos reyes y reinas de León... de otra manera. «El caso es que los versioné en gatos a lo Louis Wain para que fueran divertidos, para que despertaran una sonrisa y, ante todo, para tratar de quitarles unos cuantos siglos de polvo y polillas acumulados», confiesa.
Puerta (León, 1986) ha ilustrado libros, ha participado como diseñador gráfico en proyectos muy distintos y ha abierto una página web en la que lo autóctono sorprende por su tratamiento, singularmente tierno, atractivo y original. Pero, ¿cómo comenzó este capitalino a abrirse camino en el mundo del diseño y la ilustración? «Pues diría que en mis primeros recuerdos ya garabateaba con un lapicero más que jugar… Tuve la suerte de que mis padres y mis docentes siempre fomentaron mis aptitudes artísticas, tanto en el C. P. Puente Castro como en el I.E.S. Giner de los Ríos, y me fueron encaminando al bachiller artístico, primero en la Escuela de Arte de León, y de ahí a licenciarme en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca. Por supuesto, siempre existe esa parte autodidacta de dedicar muchas horas a lo que te gusta, pero para mí los conocimientos académicos han sido muy importantes para llegar a los resultados que hoy puedo ofrecer».
Y a la cuestión de si es el suyo un mundo muy competitivo en el que no se puede dejar de lado una continua formación, TitoCá reflexiona: «Diferenciaría aquí el campo del diseño gráfico del de la ilustración, que son cercanos pero tienen matices. En diseño gráfico a menudo las modas, los cambios técnicos y la presión de las entregas suelen ser más acusados, en mi opinión. Tampoco tu criterio artístico puede tener siempre el mismo peso que cuando ilustras, si bien la opinión del cliente está presente... Referente a la competitividad, como todo en la vida tienes que abrirte camino tú mismo. En la provincia de León tenemos la suerte de contar con la PiLA (Profesionales de la Ilustración y del Diseño de León Asociados), colectivo al que pertenezco y donde, lejos de competir, las compañeras y compañeros son de gran ayuda y siempre apoyan, más en un oficio en general solitario».
En la página web de este artista, www.titoca.com , conviven personajes, carteles, tradiciones —como la tan leonesa de la cuelga—, ritos como nuestros antruejos, antruidos y mazcaradas —con un mapa y una representación de figuras de todos los carnavales tradicionales de la región de León—, diseños empresariales y muchas más cosas. Por supuesto, también están los curiosos y ya citados monarcas leoneses, una pareja de maragatos caracterizados en esa misma línea y hasta revisiones de cuadros célebres de la historia del arte (Las meninas, La libertad guiando al pueblo, La joven de la perla...) en clave felina.
¿A qué se debe ese ‘fetichismo gatuno’? «Bueno, fueron dioses es el antiguo Egipto, quizás con eso pueda resumir esa fijación… De todos modos nunca tuve especial interés por los gatos hasta que uno apareció en mi vida (como buen gato, por decisión suya). Decidí llevar a cabo el reto personal al que aludía antes, el resultado fue positivo y eso me llevó, cómo no, a la pareja maragata (el juego de palabras era de obligación). Más adelante pasé a homenajear a grandes maestros de la pintura; cada obra que versionas te obliga a un estudio muy detallado de la misma y acabas admirando aún más esa pintura».
Figuras míticas de esta tierra como la Vieja’l Monte, la Pícara Justina, los guirrios... ¿Responden a encargos concretos o a gusto personal? «Algunas de esas ilustraciones fueron encargos (la Pícara, la cuelga), pero me gusta la historia y también la etnografía —responde—, así que intento reflejarlo en mis trabajos si tengo ocasión. Otras, como la Vieya’l Monte, fueron originalmente un regalo que la misma Vieya me dio junto a una hogaza de pan para mis sobrinos…». De sus trabajos destaca, por ejemplo, los proyectos Rumbo a Honduras y Rumbo a Zambia para la ong SED, y mención especial hace del libro ilustrado Girasolo y el campo de girasoles, de Julián Guerra (Ed. MrMomo), una historia para primeros lectores. «Se trata de un cuento que educa en la diversidad y el respeto, y en el que además me dieron mucha libertad creativa».
La tradición, las leyendas, la historia... ¿pueden ser una buena fuente de inspiración para el ilustrador? En ese sentido, ¿lo leonés está aún poco explorado? «Las tradiciones, historia y mitología leonesas son una mina de inspiración que no debemos dejar a un lado —asegura Carlos Puerta—; pero no olvidemos que fueron otros compañeros leoneses los que trabajaron en este campo antes que yo. Varios mitos y leyendas los he conocido de la mano de Ricardo Escobar y de su Llión máxicu (Ed. Faceira), por ejemplo, que hace un gran trabajo de ilustración y divulgación en ese sentido. Por desgracia parece que esa labor depende más de iniciativas individuales que de un interés generalizado por evitar que nuestras joyas inmateriales desaparezcan. Aunque yo no sería pesimista, creo que cada vez más gente está aportando su granito de arena, y la ilustración y el diseño tienen mucho que decir en esta cuestión».