Diario de León

ENTREVISTA

Roberto Saviano: "España debería tener miedo de Italia"

El escritor italiano, autor de 'Gomorra', estrena en la Berlinale 'Pirañas', adaptación de su libro 'La banda de los niños'

Roberto Saviano, en el festival de cine de Berlín, el pasado martes.

Roberto Saviano, en el festival de cine de Berlín, el pasado martes.

Publicado por
NANDO SALVÀ
León

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Verse obligado a vivir permanentemente protegido por escoltas desde que publicó su primer libro, 'Gomorra' (2006), no ha impedido a Roberto Saviano seguir usando su producción literaria y periodística para penetrar en los entresijos de la Mafia italiana y el crimen organizado en general. Su más reciente novela, 'La banda de los niños', se adentraba en los clanes de menores -también conocidos como Baby Bosses- que se han hecho con poder de la Camorra napolitana. Estos días se ha estrenado en la Berlinale su adaptación cinematográfica, 'Pirañas', de la que además es coguionista.

¿Cómo explica el fenómeno de los Baby Bosses?

Para esos niños coquetear con la Mafia empieza siendo como un juego, como si estuvieran delante de la tele con la consola. Si logran un trabajo normal en el barrio cobrarán 50 euros a la semana, en negro, sin seguridad social. Si entran en la Mafia empezarán ganando 500 euros a la semana, y luego 500 euros al día. Y luego 2.000 al día. ¿Cómo no van a sentirse tentados?

¿Cree que 'Pirañas' puede servir para concienciar a algunos de esos chavales sobre lo peligrosa que es esa vida?

Ojalá. Todos los niños que aparecen en la película son trabajadores: uno de ellos es pastelero, otro es barbero, otro cocinero. Trabajan en áreas de Nápoles en las que los niños mafiosos han impuesto su ley, y me han dicho que participar en la película les ha ayudado a comprender que jamás se meterían en el mundo del crimen. Sienten qué es esa vida, y qué terrible debe de ser vivir siempre con miedo, y perder demasiado pronto gente que está cerca de ti.

¿Cree que hay forma de acabar con la Mafia en Italia?

No. Mientras haya capitalismo, habrá mafia, en Italia y en todo el mundo. Europa vive sumida en una paradoja: bloquea la entrada de inmigrantes, y al mismo tiempo permite el flujo continuo y descontrolado de dinero criminal que entra por Andorra, Malta, Luxemburgo, Londres o Liechtenstein. El 90 por ciento del dinero del narcotráfico procedente de Latinoamérica es blanqueado en nuestro continente.

¿Cree usted que los mafiosos se fijan en los libros y las películas que se hacen sobre ellos?

Se fijan muchísimo en el cine, casi más de lo que el cine se fija en ellos. Eso, ojo, no significa que las películas y los libros inspiren crímenes. Es más bien que los mafiosos usan el lenguaje cinematográfico para expresarse y lanzar sus mensajes. Hubo un miembro de la Camorra, Francesco Schiavone, que no se sentía suficientemente reconocido y para remediarlo se construyó una casa como la de Tony Montana, el protagonista de 'El precio del poder' (1983). Todos los criminales veneran esa película. 

¿Qué influencia tuvo 'Gomorra' en el crimen organizado?

Influyó sobre todo en el modo que la prensa italiana habla de la Mafia. Tras el éxito del libro, los periódicos empezaron a escribir titulares como 'Asesinato al estilo 'Gomorra'', como si el motivo de esos crímenes fuera mi libro. Siempre se me acusa de ese tipo de cosas, y es una falacia.

Tras la publicación de 'Gomorra', la Camorra puso precio a su cabeza. ¿Cómo se vive en esas condiciones?

Vivir bajo protección no es vida, porque todo el día piensas en tu muerte. Aun así me tengo que considerar afortunado, sé de otros periodistas que sí han muerto por hablar de lo que no debían. Sigue habiendo gente que piensa que soy un impostor, que me inventé lo de las amenazas de muerte para vender más libros. Y el ministro de interior de mi país, Matteo Salvini, se pasa el día hablando de mí y del tipo de protección que recibo, y eso solo sirve para restar eficacia a esa protección. 

¿Cómo explica el triunfo de Salvini?

Tiene que ver con el desastre de la izquierda italiana, y con la desesperación del sur del país. Salvini forma parte de la Liga Norte, que llevan 30 años despreciando a esa Italia sureña. Y aun así son el partido más votado en esas regiones. Sus habitantes prefieren votar a un partido que los odia antes que a la izquierda, por la que se sienten engañados. Salvini aparece cada día en público vistiendo el uniforme de la policía, y eso es algo que nadie se ha atrevido a hacer desde el fin de la segunda guerra mundial en ninguna democracia. El mensaje que manda con ello es terrible: quien esté en contra de mí está en contra de la policía.

¿Cree que sus políticas se extenderán por Europa?

Oh, sí. Francia, Alemania y España deberían tener miedo de Italia, porque el ascenso de la extrema derecha en mi país es el espejo de su propio futuro. Salvini quiere parecerse a Putin. ¿Cuál es el mensaje de Putin? Que la democracia es cosa de ricos, de masones, de judíos, de homosexuales y de intelectuales, y que para quienes no pertenezcan a esa categoría la democracia no sirve para nada; lo único que importa es la eficacia, el orden y llevar una vida decente. 

 

Volviendo a los problemas que le ha acarreado meterse con la Mafia... ¿se arrepiente usted de algo?

Confieso que nunca imaginé que escribir 'Gomorra' resultaría ser tan peligroso. Si lo hubiera sabido, no lo habría escrito. Sé que sueno cobarde pero soy honesto. No vale la pena, de verdad. Saber que en cualquier momento podrías ser acribillado a balazos es demasiado agotador.

¿De dónde saca la fuerza para seguir haciendo su trabajo?

De dos sentimientos que no son nobles. Uno es la sed de venganza, porque mis libros son mi 'vendetta' contra aquellos que quieren verme desaparecer, que no son solo mafiosos sino sobre todo políticos. El otro sentimiento es la ambición, o la confianza en que con mi obra puedo arrojar luz sobre los mecanismos de estas organizaciones. Estoy convencido de que quien se tome su tiempo para leer mis historias, ya está contribuyendo a cambiar las cosas.

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