El nuevo Tim Burton es leonés y tiene 17 años

A la edad en la que la mayoría de los niños apenas saben leer, Guillermo González Fidalgo ya copiaba los dibujos de Walt Disney. Se declara fan de Mortadelo y Filemón y de otros personajes de Ibáñez o Vázquez, más próximos a la generación de sus padres que a la suya. «Los clásicos son atemporales», dice. El siguiente paso fue dar animación a sus propias criaturas. En internet y Youtube encontró los mejores maestros. Se empapó de tutoriales y de trailers de películas de animación.

Por tercer año el Internacional Youth Film Festival, que ganó en la última edición, ha vuelto a seleccionarle. La cita será en Plasencia a partir del 4 de abril. Este joven leonés de 17 años y estudiante de Bachillerato en el Instituto Legio VII, concurrirá con el cortometraje Kill Kurt. Un título premeditadamente sonoro, que no necesita traducción y que podría exhibir en cualquier país del mundo. González Fidalgo ha creado una historia sin palabras, que, llegado el caso, no necesita subtítulos si logra colarla en festivales fuera de España.

Kill Kurt —que puede verse en Youtube— dura exactamente 5,23 minutos y es el resultado de más de tres meses de trabajo. Explica que cada quince segundos de ‘metraje’ suponen un mínimo de cuatro días «de curro». El corto, una historia en la que la muerte persigue a su ‘clientela’, destila un humor muy próximo al de su admirado Tim Burton, el director que cambió el cine de animación con La novia cadáver (2005).

González Fidalgo ‘humaniza’ al personaje de la muerte —cadavérica, de riguroso negro y guadaña en mano—. En su filme la muerte nunca sale de visita sin un letal calendario; y bajo la capucha, se atisba su resignación ante los que pretenden burlar al fatal destino. El joven realizador leonés pinta una muerte que también comete errores, por ejemplo con Kurt, lo que le obligará a tomar una decisión ‘in extremis’. Excepto la música, todo el corto es obra de Fidalgo, quien, incluso, se ha inventado la productora Moonwalk, con la que hace un guiño en los títulos de crédito al célebre Viaje a la Luna, de Georges Mèliés. Aficionado también a los videojuegos, cuenta su sencillo pero laborioso método de trabajo: «Suelo dedicar dos meses al guion, a darle vuelvas a la idea, dibujar los personajes y hacer fotos para los fondos». Si gana en el festival que promueve el Gobierno extremeño, recibirá una cámara de vídeo, un trofeo y un diploma. Lo importante es seguir avanzando. Tiene clara la carrera que empezará el próximo año: «Quiero cursar el grado de Animación», una especialidad que combina creatividad y tecnología.

Para él, «lo fundamental es un buen dibujo. Si la idea es buena, con una ejecución sencilla se puede hacer mucho. Lo difícil es la perseverancia. Echarle horas», a pesar de que utiliza una tableta gráfica.

Su anterior cortometraje, Concurso de miradas, con el que quedó segundo en el Cinema Joven de Valencia, cuenta en algo más de dos minutos el desarrollo de una competición entre dos jóvenes en el que pierde el primero que pestañee.

El sueño de este niño precoz del cine de animación sería que Kill Kurt se proyectara en alguna sala de cine. Lleva años subiendo sus dibujos a las redes sociales. También ha hecho diseños de camisetas y ha ganado varios certámenes de dibujo. Un curriculum prometedor para este Tim Burton leonés.