patrimonio
San Isidoro a corazón abierto
■ La esperada reforma del museo comienza el lunes La entrada se traslada a Santo Martino ■ La biblioteca y la Cámara de Doña Sancha no podrán visitarse.
Medio siglo de «estrecheces». Así ha sido la visita al Museo de San Isidoro desde que lleva abierto. El lunes es el primer día del cambio. Comienzan las obras que permitirán triplicar el espacio expositivo, según el proyecto diseñado por el prestigioso arquitecto Juan Pablo Rodríguez Frade, autor de la reciente reforma del Museo Arqueológico Nacional.
Los trabajos, que rozan el millón de euros y han sido adjudicados a la empresa leonesa Decolesa, obligarán a clausurar la actual entrada. Desde mañana se accederá al museo por la plaza de Santo Martino. No será definitivo, ya que el proyecto recupera una puerta antigua que existía en el muro meridional, a la derecha del actual acceso. La recepción provisional quedará situada en el gran zaguán de la residencia de canónigos
Las obras cambiarán el recorrido e impedirán ver la biblioteca renacentista, que atesora 155 códices, cerca de 300 incunables y unos 1.050 libros raros. Tampoco se podrá visitar la Cámara del Tesoro, conocida como la Cámara de Doña Sancha, que en junio del año pasado recobraba las pinturas renacentistas arrancadas en los años sesenta por orden del arquitecto Luis Menéndez Pidal, quien pretendía dar un aspecto medieval a la estancia, siguiendo el gusto de la época.
Según la Fundación Montemadrid, que sufraga, junto al cabildo, la mayor parte de la reforma del museo, «se ha hecho un esfuerzo para que la sala de la torre donde se expone el cáliz de Doña Urraca esté permanentemente abierta, subiendo las visitas a través de la bella escalera monumental del XVI y recorriendo la galería superior».
La nueva entrada al museo ha obligado a eliminar el aparcamiento de coches en el patio de acceso al conjunto isidoriano. Aunque se permitirá la carga y descarga para clientes del hotel, el estacionamiento sólo será posible en la antigua huerta de la calle de la Abadía. A su vez, «se ha decidido encargar un proyecto de remodelación blanda que desde el máximo respeto ambiental ordene el aparcamiento y dignifique este espacio trasero y recuerde su uso histórico como huerto», según explica la Fundación Montemadrid en una nota.
El lunes tendrá lugar en la colegiata la firma del acta de replanteo, documento mediante el que se aprobará el plan de seguridad y salud y que marca el inicio efectivo de las obras de rehabilitación para el nuevo museo, que amplía el espacio expositivo de 1.200 a 3.200 metros cuadros. El proyecto contempla la apertura de nuevos espacios, como la escalera renacentista, el adarve de la muralla o las galerías altas del claustro procesional, que permitirán mostrar tesoros que ahora no se exhiben al público.