Cerrar

EXPOSICIONES QUE SALTAN FRONTERAS

El Musac conquista el Cervantes

Luis García Montero presenta la exposición ‘1914-2014’ de Marta P. Campos

La creadora Marta P. Campos. CORTESÍA DE LA ARTISTA

Publicado por
CRISTINA FANJUL | LEÓN
León

Creado:

Actualizado:

Marta P. Campos presentó el programa hace un año y esta semana, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, lo presenta en la institución cultural. La muestra expositiva, titulada 1914-2014, recopila 2.800 palabras que a principios del pasado siglo tenían entrada propia en el Diccionario, y un siglo después habían desaparecido.

En la investigación, Marta P. Campos ha analizado todas las entradas que ya no están en el Drae para preguntarse a continuación qué hacer para visualizarlas de nuevo. Esta arqueología léxica ha desenterrado palabras muertas, pero también otras que se han velado por una simple economía del lenguaje.

«Una de las conclusiones a las que he llegado tras este trabajo es que, aunque no las usemos, todas las palabras deben estar en algún sitio porque, de lo contrario, nuestro mundo se hará más pequeño», defiende la artista. Por esa razón, Marta ha depositado todas ellas en un asilo de palabras ancianas, una web —19142014.es— donde se pueden consultar los significados de muchas de ellas y en donde ofrece a los usuarios inventar significados nuevos. Además, en Vitrinas también habrá ficheros en los que se integrarán el año de nacimiento de cada una de las palabras ausentes.

La artista contó con la participación de dos profesores de Lingüística de la Universidad de León José Ramón Morala e Iglesias Bango que le acercaron al origen de algunos de los términos que ya no aparecen. Algunas de ellas son germanías, jerga utilizada en las cárceles durante los siglos XV y XVI. Es el caso de ‘durindaina’, voz usada para definir el concepto ‘justicia’ o vahanero: ocioso, pícaro. Todas ellas desaparecieron por la incomprensión que a día de hoy generan.

Entre los descubrimientos de Marta P. Campos figura un hecho relevante: los regionalismos. Su salida en muchos casos dependió, según explica a Diario de León, de las preferencias que tenían los académicos que en esos momentos decidían el destino del léxico, con lo que el ‘peso regional’ en el palacio de Miguel Aguado de la Sierra que ocupa la Real Academia influyó en el exilio de unas y la permanencia de otras.

Marta explica la complejidad de concitar de nuevo a las palabras. «Lo que no existe no se puede encontrar», admite y precisa que los académicos le indicaron que el único lugar en el que podría encontrar el léxico invisible era el diccionario de germanías. La inmersión le hizo ver que había palabras que se habían travestido, como tesaurero (actual tesorero) y otras que, simplemente, fueron difuminándose por la percepción social de que no resultaban necesarias. En femenino abunda este fenómeno. Es el caso de cocodriz (hembra del cocodrilo), cuya existencia ya nadie recuerda. «Me explicaron que fue un intento de que hubiera un femenino para este animal, pero no prosperó», resume.

Entre las intenciones de Marta P. Campos destaca la de trabajar también con el sonido de las palabras, con los fonemas, que se han volcado con todas las palabras superpuestas.

Cargando contenidos...