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ENTREVISTA

Natalia de Molina:"'Elisa y Marcela' es una película muy dura

La actriz protagoniza, junto a Greta Fernández, la historia del primer matrimonio homosexual en España La plataforma Netflix estrena este viernes la cinta, un proyecto de la directora catalana Isabel Coixet

Natalia de Molina, en la presentación de la película de Netflix Elisa y Marcela, en el Festival de San Sebastián.

Publicado por
BEATRIZ MARTÍNEZ
León

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Isabel Coixet estuvo más de diez años intentando levantar ‘Elisa y Marcela’, la historia real de dos mujeres que a principios del siglo XX desafiaron las convenciones sociales de la época para convertirse en el primer matrimonio homosexual en España después de que una de ellas tomara la identidad de un hombre para poder casarse por la Iglesia. Fueron descubiertas y su caso se convirtió en un auténtico escándalo, pero ellas escaparon para vivir su amor en libertad. Ahora el sueño de la directora catalana de llevar este caso a la pantalla se ha hecho realidad gracias a Netflix, que presenta esta película, protagonizada por Natalia de Molina y Greta Fernández, este viernes, 7 de junio.

¿Qué fue lo que más te atrajo del proyecto?  Lo que más me sorprendió es que no conocía la historia y mucha gente a mi alrededor tampoco. Eso te hace pensar. Históricamente las mujeres hemos estado invisibilizadas, y todavía más el colectivo lésbico. Además, me sentía orgullosa de que el mundo las conociera y las pusiera en su lugar como las dos heroínas que fueron.

La película habla de represión, de rechazo a la diferencia en un ambiente muy hostil.  Es una película muy dura. Estas mujeres vivieron un calvario por amar libremente y por luchar por lo que ellas sentían. Lo tuvieron todo en contra: eran mujeres, eran lesbianas y además se salían de las convenciones sociales porque tenían inquietudes intelectuales, en una época en la que solo se podía ser o ama de casa, monja o maestra.

¿De qué forma se documentó para preparar la película?  A mí me llegó el guion en en 2016 y he tenido mucho tiempo en investigar y leer. Había mucha información sobre ellas, sobre todo muchos datos técnicos y declaraciones de la prensa de la época. Pero ¿hasta qué punto eran creíbles estas noticias? Porque eran dos mujeres que iban en contra de todo, y el grado de tergiversación era muy grande para justificar su comportamiento, como asegurar que Elisa maltrataba a Marcela y que la forzaba a tener esa relación. Y yo eso no me lo creo. Me sirvió también mucho el libro en el que se basó Isabel Coixet de Narciso de Gabriel, ‘Elisa y Marcela: Más allá de los hombres”.

La conexión con la actriz que interpreta a Marcela, Greta Fernández es fundamental en la película, ¿cómo fue su trabajo junto a ella?  Pues no nos conocíamos y ensayamos muy poco porque todo fue muy rápido. A mí me preocupaba que no tuviera 'feeling' con mi compañera, porque era la base de todo para contar esta historia. Pero desde el principio tuvimos química, fue algo mágico y yo creo que nos pasó como a Elisa y Marcela, que se sintieron cómodas al instante la una junto a la otra.

¿Cómo se abordaron las escenas de sexo?  De una forma muy íntima y respetuosa. Puede que a la gente le llamen la atención algunas escenas, como en la que se erotizan a través de un pulpo, pero tiene que ver con el imaginario de Isabel, con sus referencias japonesas trasladas al ámbito gallego.

¿Qué cree que ha aportado la directora a la historia?  Se ha arriesgado mucho. No se ha quedado en una zona de confort. Probaba cosas diferentes y es muy libre rodando. Ella consigue que todo sea muy fluido, insuflar energía en el equipo, formado en su mayoría por mujeres. Había un sentimiento de hermandad, porque Isabel no solo tiene un discurso sensibilizado, no se queda en las palabras, sino que lo lleva a la práctica.

¿Cómo fue trabajar con Isabel Coixet?  Fue muy fácil, porque creía mucho en nosotras, nos dio mucha confianza. Contribuyó a que hubiera una especie de fuerza creativa colectiva a nuestro alrededor. Además, ella opera con la cámara, así que la teníamos muy cerca. Era como si estuviéramos haciendo un trío.