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ENTREVISTA

Adina Pintilie: "El sexo es la cosa más hermosa del mundo"

La directora rumana estrena 'Touch me not (No me toques)', controvertido viaje terapéutico de liberación emocional y sexual que ganó el Oso de Oro en Berlín

La directora rumana Adina Pintilie.

Publicado por
QUIM CASAS
León

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Su primer largometraje, 'Touch me not (No me toques)', obtuvo el Oso de Oro a la Mejor Película en la Berlinale del 2018 gracias a la que para muchos es una de las decisiones más equivocadas tomadas por el certamen en toda su historia. En él, situándose entre la realidad y la ficción, la directora rumana se sirve del periplo de una mujer madura en crisis para ofrecer un muestrario de diferentes terapias sexuales.

 ¿Cuál es la idea de la que partió al hacer 'Touch ne not'?

Cuando tenía 20 años, yo creía saber exactamente cómo funcionan las relaciones, qué es la belleza y en qué se basa el erotismo. Ahora, después de muchas experiencias y decepciones, sé que esas cosas son mucho más complejas de lo que pensaba, a menudo incluso contradictorias. He hecho la película para desaprender todo lo que me enseñaron sobre la intimidad, a través de la familia, la escuela y la sociedad en general. Quería redescubrir cómo las personas realmente se relacionan entre sí.

 ¿Qué averiguaciones ha hecho?

Muchos de mis puntos de vista han sido remodelados, por ejemplo por lo que respecta a la sexualidad de los discapacitados y los cánones estéticos. Hay muchos tipos de cuerpos que difieren de la regla clásica de la belleza. Uno de los personajes de la película sufre atrofia muscular espinal, y posee un cuerpo hermoso que, eso sí, no se ajusta a la norma. Él tiene una relaciones muy armoniosa con su propia anatomía aunque es incapaz de moverse. Las personas como él son consideradas seres vulnerables que necesitan ser protegidos y no pueden tener una vida sexual. Es una actitud condescendiente e irrespetuosa. Tienen los mismos deseos y estímulos que el resto del mundo. Y creo que es urgente recordar este tipo de cosas en este preciso momento.

¿Por qué lo cree así?

En esta época vivimos aterrorizados por aquellos que no exactamente son como nosotros, y eso hace que las fuerzas de la extrema derecha se fortalezcan. El mundo se está volviendo más intolerante a la diferencia y más violento. Creo que mi película invita al espectador a que mire al otro con amplitud de miras, y que lo acepte como un ser humano válido por muy distinto que lo vea. O nos cargamos de empatía, o estamos perdidos.

 Touch me not ganó el Oso de Oro, pero fue ferozmente atacada por buena parte de la crítica. ¿Cómo le afectaron esas reacciones?

Entiendo y respeto todas las opiniones respecto a la película, pero me sorprendió que posteriormente, al viajar por el mundo y enseñársela al público, me he ido dando cuenta de que los espectadores le dan una acogida muchísimo más cálida. Es reconfortante ver cómo la gente se abre emocionalmente después de verla y comparten conmigo sus experiencias y sentimientos respecto a su sexualidad. La mayor parte de los críticos son demasiado pacatos, y subestiman la inteligencia emocional de los espectadores

  Varios de esos detractores consideran que la película es como una sesión de terapia new age…

¿Y qué tiene de malo que funcione como una sesión de terapia? Insisto en que invitar al espectador a que cuestione sus prejuicios no solo está bien, sino que es necesario. Tenemos que liberarnos de todos los tabús y los bloqueos que hemos ido imponiendo con el tiempo, sobre todo en referencia a la intimidad. Es una pena que tengamos que seguir recordándolo a estas alturas, pero el sexo es la cosa más hermosa del mundo.