Inspiración y talento a contrarreloj

A. E-I. F/G. espinosa-arroquia | LEÓN

El concurso de pintura rápida celebrado ayer en el monasterio de San Miguel de Escalada nace de la idea del arte como motor del arte. «Desde la Fundación queremos impulsar la cultura en el medio rural, acercarnos al monasterio no solo de visita, sino que sirva para inspirar otras creaciones artísticas», explica la presidenta de la asociación, Ana María Campos de Mata.

Este año han sido once los participantes, algunos profesionales y otros aficionados, como Andrés Calderón Cascos: «es la primera vez que participo en este concurso, aunque he hecho alguno por los pueblos de la zona. Soy aficionado».

En el otro lado se encuentra María Teresa Dura Sepulcro, artista alicantina que ha obtenido el segundo premio en estas dos últimas ediciones. Para ella la experiencia ha sido diferente, comenta que «a pesar de ser el monasterio y una zona muy reducida, vienes con otros ojos y siempre sale algo nuevo»

Raúl Gil Burós, ha sido el ganador de esta edición, el premio tenía una dotación económica de 800 euros. Entre pinceladas y a menos de tres horas de que se agotara el tiempo reconocía este pintor profesional que «a los que nos gusta pintar con más detalles, tener el tiempo limitado no es tan bueno, pero te obliga a aprender e ir directo al grano».

El resultado de su obra ha sido un cuadro realista del monasterio visto desde un plano elevado, donde se situaba junto al atril. Este artista gallego ha obtenido el primer premio en otros concursos de pintura rápida en Lugo y en Villa de Bemibibre.

Sin embargo, para Diego Fernández Culumé, que ha repetido la experiencia de retratar el monasterio tras haber sido el ganador de la segunda edición del certamen, el hecho de tener un tiempo limitado es algo bueno. «Las condiciones también pintan, si tienes un día de lluvia pinta, porque te obliga a modificarlo todo, si hace mucho calor pinta, o sea, influye en el resultado. Si tengo que hacerlo en el estudio los ritmos cambian, la pincelada es más tranquila, hay cosas que funcionan mejor ahí, pero esto tiene otra gracia, tiene otra cosita», explica el artista

Campos de Mata reconoce que, en esta edición los participantes «han sido pocos pero de muy buena calidad». Esta circunstancia un tanto inusual puesto que han llegado a ser en alguna otra ocasión hasta cuarenta concursantes, se debe a que, en palabras de la presidenta, «han habido otros concursos en Benavente, Galicia... es una fecha en la que hay concursos en más sitios que en León».

El tema principal para todos ellos es el monasterio de estilo mozárabe que se fundó en el siglo IX. Sin embargo, a pesar de que el cuadro ganador haya sido este año de un estilo más convencional, hay cabida para otras corrientes pictóricas, como recuerda Campos de Mata en las bases pone que «es de selección libre, tanto desde donde lo toman como lo interpretan». Por ejemplo, Gonzalo Prieto, ganador de la anterior edición, se ha decantado por un estilo más surrealista. Aunque reconoce que no venía con una idea preconcepida de la obra pictórica que al final ha resultado.

En el jurado siempre han procurado que alguno de los componentes fuera siempre un profesor de universidad, u otra persona vinculada al gremio de la pintura. Por esta razón no es de extrañar que se encuentre entre ellos al director de la Escuela de Arte, Conservación y Restauración de León, Miguel Mielgo Torices, la artista Angela Merayo Bayón, Rosa-María Olmos Criado, doctora en Historia de Arte, y por supuesto, a la presidenta de la Asociación, Ana María Campos. Además también se encuentra el alcalde del Ayuntamiento de Gradefes, Amador Aller.

Una vez entregados los premios pasadas las seis de la tarde todos los cuadros fueron expuestos en la fachada del monasterio y los propios vecinos de la localidad pueden adquirirlos.