Steve Smyth reedita su devoción por León hoy a las 21.30 en el Babylon
pacho rodríguez
Como un familiar que no viene mucho pero no falla a su visita anual, el australiano Steve Smyth es para el Babylon el reencuentro con un viejo conocido al que se abraza ya con la experiencia y el afecto. Él, a cambio, músico errante, en gira como un trovador antiguo, peregrino en el que el exceso espiritual se manifiesta cantando, devuelve hoy un concierto en el que la nota dominante es la intensidad, el viaje al gospel y al blues, el folk de raiz, la voz rota con sabor a bourbon y la delicadeza de quien narra el desapego. Si alguien decía que abrir un libro es una forma de viajar, escuchar a Steve Smyth es hacerlo dentro de este local leonés y cerrar la puerta a lo externo, superficial, barato, y ser partícipe de una ceremonia rock en la que el Babylon es templo para las liturgias que nunca deberían estar fuera de los escenarios. Smyth confirma así su devoción por esta tierra y reedita la promesa que cumple, seguro que sin haberla dicho, de volver y no abandonar a sus amigos de esta tierra y a ese lugar que la gente del Babylon ha convertido en su casa. El australiano, con referencias discográficas de importancia como Release o Blood, sin menospreciar soportes, cuenta con el directo como su mejor y más potente forma de expresión.