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Los gazapos de 'La casa de papel'

La serie revelación de Netflix no está extenta de la polémica: la tercera temporada recibe críticas de los fans por el gran número de errores que se han podido ver. Estos son algunos de los más evidentes...

Lpos actores portagonistas de la serie 'La casa de papel' en los premios Feroz. EFE

Publicado por
M. Noriega
León

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El fenómeno de La casa de papel, la serie de Netflix en lengua no inglesa de mayor éxito en el mundo, ha regresado con una tercera temporada «más vertiginosa» y «trepidante», aunque no exenta de polémica. En el tercer episodio de la última entrega, aparecen varias banderas ondeando frente al edificio en el que se desarrolla la acción. Una de ellas es la panameña y está colgada al revés. La estrella azul, en lugar de estar arriba a la izquierda, pegada al mástil, está abajo. En Twitter hubo muchas reacciones a esta metedura de pata. Algunos se sintieron ofendidos, otros evidenciaron el error desde el cariño y otros defendieron que era un error sin maldad y que se quedaban con las imágenes de Tokio en el país, en vez de centrarse en el fallo de la bandera. Sin embargo, este no es el único gazapo que los fans han señalado en las tres temporadas que tiene la serie de la plataforma Netflix, así como las curiosidades que hacen las delicias de los espectadores. Aquí van algunos ejemplos:

Cambio de color

El personaje Denver debe ejecutar a Mónica por orden de Berlín, pero no lo hace y la esconde en una de las cámaras acorazadas para que nadie se percate de que no ha cumplido la orden. Mónica, tiene una herida de bala en la pierna y se saca el icónico mono rojo y se queda en ropa interior blanca y con una camiseta gris. Cinco capítulos después, durante el baile que Denver le hace a Mónica, se ve que la ropa interior de esta es... negra.

El chaleco antibalas

En la última temporada, los atracadores «reclutan» a uno de los rehenes para algunas tareas. Es Miguel, un informático becario. En una escena, Denver le insta a ponerse un segundo chaleco antibalas. Dependiendo de la toma, el cierre, de gancho y bucle, aparece correcta o incorrectamente abrochado. A este tipo de errores se denominan fallos de «raccord» o de continuidad cinematográfica. Estos fallos rompen la sensación de continuidad o de secuenciación. Cuando El Profesor va a ver a la madre de Lisboa hay otro ejemplo de fallo de «raccord». En el bodegón sobre la mesa, la posición de la fruta en la bandeja cambia y una galleta pasa de ser casi integral, oscura, a una más clara y con bordes ondulados.

Un muerto que respira

Otros de los gazapos que más llamó la atención a los espectadores era la respiración del personaje Oslo, uno de los que mueren en las dos primeras temporadas, cuando había fallecido previamente. La barriga del personaje se infla y desinfla con cada respiración mientras hablan de su muerte a su alrededor.

Imagen promocional de la serie de Netflix

Celulares anticuados

Los móviles requisados de los rehenes también fueron objeto de controversia en la primera temporada. Se estrenó en 2017 y, sin embargo, los terminales que la banda sustrae a las personas ajenas a la misma son mucho más antiguos. Pocos son inteligentes, y algunos pueden tener más de una década.

Sin embargo, no son solo de gazapos viven los fans. También se «alimentan» de curiosidades y detalles. Por ejemplo, el «look» de Tokio en las dos primeras temporadas no es casual. El corte de pelo y el colgante recuerdan a Mathilda, el personaje de Natalie Portman en el filme francés dirigido por Luc Besson, Leon (1994). La canción Bella, Ciao es la más representativa de la serie y es un himno italiano antifascista y cuyos orígenes están, según algunas teorías, asociados a un género que a principios del siglo XX era común entre los judíos askenazis. Pero no es la única. En una escena, El Profesor toca al piano para la inspectora Murillo. Esa canción pertenece a la banda sonora del filme dirigido por George Roy Hill, The Sting (1973), una película que indaga en la planificación de la estafa perfecta.

El impacto de La Casa de Papel ha sido tan grande que incluso el equipo de detrás de la cámara ha sucumbido ante la tentación de aparecer en ella. Uno de los directores de la serie, Alejandro Bazzano, se metió en la piel de un doctor ucraniano y el ayudante de dirección, Daniel Higueras, no pudo resistirse a hacer un cameo, y atiende a la inspectora Murillo interpretando a un dependiente.