Falcones retrata la Barcelona del siglo XX en su nueva novela, ‘El pintor de almas’
Tres años ha pasado Ildefonso Falcones armando su nueva novela, El pintor de almas , ambientada en la Barcelona de principios del siglo XX. Durante este período, además, le han diagnosticado un cáncer y ha fallecido su hermano, por lo que confiesa: «Ha habido días muy jodidos y otros con mucha esperanza».
En un encuentro con periodistas, ha reconocido que ha sido por ello que la obra, publicada por Grijalbo y Rosa dels Vents, «se ha escapado un poco, no he sido capaz de vivirla como he vivido otras, porque la vida se ha venido encima con mucha trascendencia y virulencia».
Sin embargo, no cree que la enfermedad haya influido en la trama, «pero sí lo ha hecho en el tiempo de la novela, porque ha habido momentos en los que no puedes escribir, teclear supone sentir un pinchazo en los dedos, ha habido sesiones de quimioterapia, pero creo que la trama sigue siendo ágil, interesante, ajena a esos problemas míos».
«Lo importante -ha proseguido Falcones- es que la naturaleza te permite luchar y que hay que confiar en que la medicina aporte soluciones».
Preguntado por el hecho de que no se haya escondido y que incluso la dedicatoria del libro sea para «aquellos que luchan contra el cáncer, y también a quienes nos ayudan, nos animan, nos acompañan», Falcones indica que entiende que «quizá haya gente que necesite saber que se puede escribir y continuar, a la vez que he querido agradecer todo a los que nos aguantan en momentos de ánimos cambiantes».
Como en novelas anteriores, el escritor barcelonés vuelve a situar la trama en su cuidad, pero esta vez ha viajado a principios del siglo XX porque «esta época convulsa necesitaba una novela, no conozco otras que traten el modernismo en general, a artistas como Gaudí, Domènech i Montaner o Puig i Cadafalch, con grandes obras arquitectónicas y en un tiempo con movimientos obreros en auge».