Patrimonio
La panera de Sandoval ya no será ‘descapotable’
El edificio del siglo XVIII, con una inversión de 385.000 euros, albergará nel Centro de Visitantes del monasterio y abrirá sus 500 metros a exposiciones temporales
La imagen es insólita. La panera de Sandoval dejará de tener el cielo por techo. Tras décadas de abandono, que llegaron a poner en peligro la supervivencia de este inmueble construido el año de la Revolución Francesa (1789), el edificio recupera su antiguo lustre. Ha sido preciso poner de acuerdo a tres instituciones, Diputación, Junta y Ayuntamiento de Mansilla Mayor, que sufragan los trabajos, con 185.000, 165.000 y 40.000 euros, respectivamente.
Pablo López Presa, diputado de Cultura y arquitecto de profesión, asegura que la panera se convertirá en el Centro de Visitantes del monasterio de Santa María de Sandoval, con información exhaustiva de este cenobio cisterciense que remonta sus orígenes al siglo XII. Además, sus 500 metros cuadrados serán utilizados como sala de exposiciones temporales. López Presa solo adelanta que inaugurarán la panera con «una exposición potente».
Interior de la actual panera. DL
Las obras, ya ejecutadas a la mitad, está previsto que concluyan en Navidades. Ha sido una labor complicada, porque fue preciso desmontar toda la madera pieza a pieza y trasladarla a Zamora para su tratamiento y recomposición. Finalmente, fue posible aprovechar el 70 por ciento de las vigas originales.
También se ha restaurado la bóveda de cañón de ladrillo de tejar, que forma un forjado sanitario para ventilación y que tenía hundimientos. Además se han recuperado las ventanas primitivas de la panera, que se habían ampliado cuando fue escuela y majada. Cuando concluya la rehabilitación de la cubierta se colocará un nuevo suelo de madera.
Paralelamente, la Junta decidía hace dos años poner fin a tres décadas de desidia y expolios en un conjunto monástico de 8.158 metros cuadrados. Declarado Monumento Nacional en 1931, Sandoval, cuya titularidad es de la Junta desde 1996, era una de las grandes joyas olvidadas. Ya se ha intervenido en la cubierta del refectorio, así como en la antigua casa rectoral y en los muros del segundo claustro. Además se han recuperando las galerías del claustro románico. Una obra colosal para paliar los estragos de décadas de abandono.
El cenobio estuvo habitado hasta 1835. A partir de esa fecha comenzó el declive y el deterioro extremo de un monumento que hace tres años fue incluido en la ampliación del Camino de Santiago aprobada por la Unesco entre los ‘elementos asociados’.
En septiembre del año pasado la Junta, el Ayuntamiento de Mansilla Mayor y la asociación Promonumenta firmaban un protocolo por el cual la administración autonómica se compromete a ejecutar el Plan Director del Monasterio de Sandoval y potenciar actuaciones de investigación; el Ayuntamiento se responsabiliza de la seguridad y mantenimiento del conjunto cisterciense; y Promonumenta impulsará las visitas y se encargará de la limpieza.