ESPACIO DE HONOR
Premio Guinness con sabor a cecina
Figura en el libro Guinness 2020, aunque el récord del mayor 'plato' de cecina cortada a cuchillo se batió hace dos años. En el libro, que publica ahora Planeta, hay otro leonés: Erundino Alonso, un 'lobo' de los concursos televisivos
León tiene un espacio de honor en el libro Guinness de los Récords 2020. Un premio con sabor a cecina. El hito se consiguió hace dos años, pero se incluye en la nueva edición del libro más vendido de todos los tiempos. El 27 de mayo de 2018, a las 13.15 horas, el verificador del Guinness World Records, llegado desde Londres, anunciaba la proeza: 283,1 kilos de Cecina de León cortados a cuchillo por 67 cortadores profesionales durante dos horas. El servicio ocupó una superficie de 80 metros cuadrados junto a la Catedral.
En el anuario más divertido en los últimos años hay más leoneses: ‘Los Lobos’, los concursantes José Pinto —que falleció y al que suplió Alberto Sanfrutos—, Erundino Alonso, Valentín Ferrero y Manuel Zapata, un grupo que ha conseguido el mayor número de victorias consecutivas en un concurso de televisión; en este caso, el programa ¡Boom! de Antena 3. Erundino Alonso, agente medioambiental e ingeniero de montes, es leonés; y sus compañeros de equipo, según él mismo, también son leoneses del Viejo Reino: Valentín es zamorano y José era salmantino.
El libro, editado por Planeta, incluye otras hazañas españolas, como confeccionar la mayor alfombra roja, descubrir la telaraña más antigua con presas atrapadas, cultivar el boniato más pesado, haber producido el mayor porcentaje de energía eólica en un día o tener el mayor número de playas con bandera azul. No es la primera vez que León logra un récord Guinness, toda una proeza, teniendo en cuenta que la organización recibe una media de cien solicitudes cada día procedentes de todo el mundo para lograr este reconocimiento.
El libro Guinness de los Récords 2020 incluye los 283,1 kilos de cecina cortada a cuchillo en 2018 y a ‘Los Lobos’, los concursantes del programa de Antena 3 ¡Boom!, entre ellos el ingeniero leonés Erundino Alonso. Lo publica Planeta. 256 páginas. 25,95 €.
Carmen Puente fue una de las primeras leonesas en conseguirlo. Coleccionó belenes durante toda su vida y llegó a reunir 1.410. En 1996, cuando ya tenía 871 y se aireó su afición, el libro Guinness incluyó su conjunto de belenes entre uno de los récords más singulares de aquel año.
La Asociación de Pendones del Reino de León logró la mayor concentración de estandartes del mundo, con 143, el 27 de julio de 2010, dejando fuera a la ciudad australiana de Sídney.
Un año antes, La Bañeza conseguía el Guinness con el mayor cántaro de barro del mundo. Medía nada menos que 1,25 metros de alto, 80 centímetros de diámetro en la parte más ancha y 44 en su base, y fue modelado por el alfarero Juan Carlos Fernández, que tardó nueve horas en hacerlo en vivo y directo dentro de los actos de la Feria de la Cerámica de la localidad leonesa.
En 1999 el Museo del Botijo de Toral de los Guzmanes entró en el Libro Guinness por tan singular colección.
El libro de los récords tiene su versión ‘negra’. Cita el famoso accidente de Torre del Bierzo de 1944 como una de las mayores tragedias ferroviarias de la historia, con entre 500 y 800 muertos. La cifra real siempre fue silenciada por el franquismo.
Los Jiménez de Astorga, una familia de forzudos, son célebres por mover un autobús con los dientes o 1.500 kilos con el pene. Un caso único. Por algo acumulan cuatro récords Guinness.
Este año falleció el reconocido cortador de jamón Nico Jiménez, vinculado a Boñar, que llegó a conseguir seis récord Guinness. La lista de los leoneses que fueron número uno del mundo es más larga.