Arte
Roa ofrece en ‘Horror Vacui’ su arte total
El creador inaugura una exposición en el Instituto leonés de Cultura en la que reúne una treintena de obras
Horror Vacui de Nicolás Martínez Roa es una apuesta que hace sobre su obra con instinto total. Y se para en treinta piezas pictóricas de mediano y gran formato, realizadas sobre papel y cartón con técnica mixta, pero que podrían ser muchas más o toda su trayectoria.
Pero, más que en plan antología, aquí puede decirse que lo que se inaugura hoy es un recorrido en todas las direcciones sobre sus fuentes de inspiración y lo que viene después. Y aquí cabe desde la disposición técnica, o la formación durante años a lo que figura en el terreno de lo imprevisible del artista, aunque surja de la premeditación. Hoy, a las 20.00 horas, en el Instituto Leonés de Cultura, abre sus puertas esta exposición en la que hay todos los Martínez Roa artista, tanto en sintonía como en contradicción, porque lo que propone Horror Vacui es viajar en su obra a través del lenguaje propio, a la par que a las connotaciones estilísticas de más a actualidad junto a las clásicas. Canónico e imprevisto, es así una puesta en escena total de quien también es arquitecto, y que por eso bebe de fuentes clásicas que remiten a los fundamentos culturales.
Y lo bueno de todo es que este Horror Vacui es, según explica él mismo, el resultado de las investigaciones plásticas realizadas en el periodo que transcurre desde el año 2017 hasta el 2019. Solamente. Es decir, que dos años de este creador leonés nacido en 1977 dan para mucho, pero sirven además para concentrar esa panorámica general que hay en toda su obra. Consigue Martínez Roa abarcar de esta manera tanto el substrato cultural, como lo hace en la serie Basa, fuste, capitel . O dejar fluir el influjo de lo Mediterráneo. Parte en estos casos de raíces, pero inmediatamente hay que apuntar cómo le importa lo casual, lo imprevisto, incluso llegar al ensayo y error.
Esta treintena de piezas llegan de igual forma desde el trabajo artístico que medita pero que también arriesga. Y sale todo un proceso en el que ha habido inspiración, análisis previo, lo técnico, el alcanzar el lenguaje propio.
La lectura de arquitecto y pintor bebe de fuentes clásicas pero atiende a potentes géneros actuales no para ser invadido sino para acentuar su identidad. Rubens, El Greco... pueden ser releídos. O también puede sumergirse en otros extremos como el action painting, con Jackson Pollock como referente.
Por tanto, transitoriedad, futurismo, clasicismo, incluso la pintura no pintura... A través de todas estas ventanas exteriores en forma de cuadros se puede ver el mundo interior de Martínez Roa, que todo apunta que es más punto de arranque.
Martínez Roa pertenece a ese tipo de artistas que de pequeños ya fueron inoculados con el veneno de la creación. De hecho dice que aprendió de su padre muy pronto la pasión por el arte como vehículo de expresión y de comunicación con todo lo que hay alrededor. Así que lo plástico, la ilustración, la pintura, junto a la arquitectura son más universo continuo que coyuntural en este artista y una de sus formas eficaces de lenguaje.