Música
Un rockero leonés triunfa con el karaoke en directo
Humberto Iglesias, de Comandante Twin, trabaja como músico en varios frentes
Cuando le embistió la realidad, dio un paso atrás y se fue a la casa familiar de Valdepiélago, porque a Humberto Iglesias, a pesar de ese look urbanita que bien le valdría para hacerse pasar por un bohemio moderno, con cierto convencionalismo de músico guiri americano, lo que le tira es el pueblo y el campo más que las luces de neón de Madrid. Ahí nació lo que se podría denominar el plan Valdepiélago, que se pone en marcha en Madrid hace ya unos 8 años. Cómo ser músico y no morir en el intento, por definirlo de algún modo. Es decir, articular una forma de trabajar en el mundo musical sin tener que optar por añadir un trabajo alimenticio.
El paso atrás consistió en reinventarse para vivir de la música, algo que, de estudiante de Políticas, primero, y luego de Derecho, o intentarlo en León, no le salía. Sobre todo las cuentas. «Me fui al pueblo para recolocar ideas y lo que quería. Veía que sin apostarlo todo, ni en Madrid ni en León iba a ser posible», recuerda de esos días de campo y mucha lectura y, siempre, con los Rolling Stones como banda sonora, como runrún constante de lo que se imaginaba como porvenir. Y aquí viene ya la solución inicial, y en lo que está: «Pensé: si quiero ser músico tendré que trabajar no solo en tocar en un grupo. Y tendrá que ser en Madrid». Y ahora, además de eso, como guitarrista en Comandante Twin, banda de corte independiente con la que sólo le pasan cosas buenas, en la que también toca su hermano Nicolás, es uno de los djs residente semanales del Café Comercial. Organiza eventos, es responsable de la propuesta sonora del Mercado del Motor en el Museo del Ferrocarril, y tiene un invento que crece como la espuma y que él llama Kararocker, una fórmula de karaoke en directo, itinerante, y en donde, como en una jam, la gente canta un repertorio de más de 90 canciones del rock de siempre y mucho del pop español. Les llaman para tocar de sitios como Galicia, Andalucía... Y es que funciona como si fuera un grupo, pero con invitado anónimo.
Este relato, con 28 años que tiene, se antoja. «Todo ha sido decidir viviendo al día. Si puedo vivir así, soy feliz. No necesito grandes cosas. Tocar, tocar y tocar es lo que me gusta. Y tomarme un par de cañas con mi mujer. Leer y poco más», relata.
En realidad, es un desapego leonés involuntario que corrige cada poco, puesto que Valdepiélago es recurrente, como vía de escape. «León también es muy importante para mi. Me he criado allí. Conozco mucha gente, he estudiado en el Juan del Enzina. Todo lo que puedo recordar de León de esos años es bueno. Pero si quieres vivir de la música, salvo algunos casos, tienes que salir de León. Pero vivir en Madrid no me hace perder mi referencia leonesa», asegura.
La suya propia es ahora, además de recordar que ha trabajado vendiendo tarifas de luz, de teleoperador o tocando en el Metro, hacerse fuerte a base de ser versátil. Por eso, con el grupo Comandante Twin, una banda que cuenta con la bendición de casi todos los que manejan el cotarro del pop y el rock nacional, tiene su apartado especial: «Estamos en un momento en el que podemos dar el salto. Hemos tocado en el Sonorama ante 15.000, como grupo sorpresa», rememora. También acaban de llenar la sala Joy Eslava, y sus disco crece en escuchas digitales, y eso es en parte lo que les trae a León, donde tocarán este viernes en El Gran Café. Un reproche: los estudios colgados siendo un consumado lector y que en ese karaoke rock todavía no se cante ‘Vivir así es morir de amor’.