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David Bisbal

«Estaría jodido si no me hubiera acostumbrado a la prensa rosa»

El cantante almeriense David Bisbal.

Publicado por
Iker Cortés | Madrid
León

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En tus planes llegará justo a tiempo para la noche de los Reyes Magos. David Bisbal (Almería, 1979) regresa a la rumba de sus primeros álbumes en un disco equilibrado y trufado de colaboraciones que se pondrá a la venta la primera semana de enero.

—¿Qué tal le han sentado los 40? Dicen que es el momento en el que uno se replantea la vida.

—A mí me han caído de maravilla, sinceramente, pero también porque he buscado un poco esa sensación. Desde hace un tiempo, sabía que me tenía que cuidar mucho más. Al final lo que comes es como la gasolina que le pones al coche, de más calidad o menos. Esto es igual. Me ha venido muy bien esa disciplina de cuidarme y de estar preparado en casi todo momento para correr el Tour de Francia, la Vuelta y el Giro.

—Dieciocho años de carrera profesional, ¿qué le queda por cantar?

—Muchas cosas porque gracias a Dios la actualidad musical va cambiando con el tiempo. Fíjate al principio de mi carrera todo era un sonido muy tropical y pasó a un registro más pop-rock. Después me aventuré a un concepto más acústico, un paréntesis en mi carrera para disfrutar de una forma de hacer música que me llevó al Teatro Real, al Albert Hall de Londres... Y ya volví a la música de los discos con un sonido algo más electrónico. Ahora volvemos de nuevo a la rumba, esa rumba que defendía al principio de mi carrera y que siempre escuché de pequeño. Me gusta la variedad musical y equilibrar la balanza entre las canciones rápidas, que son más efectivas para los conciertos y para el público, y también aquellas que no son tan comerciales y las baladas. Son canciones más difíciles de cantar pero son precisamente las que más me gustan porque te saca de tu zona de confort.

—¿Y uno no se harta de cantarle al amor?

—Lo que pasa es que tiene trampa. Muchas veces parece que mis canciones son dedicadas a una persona en concreto o a una pareja y ahí ya entra en juego la imaginación de la gente. Tu igual has escuchado algunas canciones que parecen de amor, pero se las dedico a mi hijo.

—No dejan de ser de amor.

—¡Por eso! Es que el amor lo abarca absolutamente todo. Lo que sí es cierto es que cuando hago canciones me gusta no ser tan preciso en lo que estoy cantando porque así la gente puede verse reflejada.

—¿Y usted es romántico o con el paso del tiempo uno se hace más cínico?

—A mí me gusta ser romántico y detallista. Con mi esposa estoy todo el tiempo demostrando lo que soy, porque me gusta que ella se sienta feliz y que se sienta cuidada con ese tipo de detalles.

—¿Se acostumbra uno a que la vida personal cope más espacio en los medios que la profesional?

—Lo importante es que lo tengas claro. Mi trabajo y mi profesión es la música y ya está. Yo no vendo nada de mi vida, ni contesto a nada, simplemente me concentro en esto. Si pudiera, lo evitaría, porque no me gusta que se hable de ciertas situaciones, pero debes ser tolerante en este tipo de cosas. En definitiva, me he acostumbrado a escuchar algunas cosas. Si no me hubiese acostumbrado a la prensa rosa, estaría jodido (ríe).

—En ‘La necesidad’ hay un verso que dice ‘La vida sigue pero yo me quedo atrás’. ¿Es una buena definición de una gira?

—(Ríe y comienza a cantar el estribillo de la canción). Sí, esa canción es una balada que me encanta, aunque no es mía. Ahora, por ejemplo que acabo de terminar en Chile, esperar de nuevo cuatro meses para volver a subirme al escenario va a ser duro, pero también es verdad que voy a estar ocupado con el lanzamiento y el diseño de la gira.

—¿El escenario es una droga?

—No es una droga, es una necesidad. Para mí la musica es una medicina. Y te puedo asegurar que cuando canto solo estoy pensando en eso.

—¿Y en algún momento se ha cansado?

—¿De subirme al escenario? Jamás. Hay dos fases muy importantes dentro de mi trabajo de las que nunca me cansaría: una es la grabación en el estudio, porque estas creando una canción y estás dejando tu voz plasmada para la historia, y otra es el escenario. Al principio, con el tema de la fama, yo decía: «Madre mía, esto no me pasaba con la orquesta Expresiones». Pero poco a poco te vas acostumbrando. También es verdad que mis amigos y mi familia siempre me dicen que cuando la gente me para en la calle siempre es para algo bueno y eso también mola.

—El disco está lleno de colaboraciones. Sebastian Yatra, Greeicy Rendon, Juan Magán, Alejandro Fernández... ¿Con quién le gustaría colaborar en un futuro?

—Hay cantantes con los que me apetecería un montón y que a lo mejor están haciendo ahora otras cosas menos comerciales pero, por ejemplo, si te dijeran de colaborar con Tom Jones o Michael Bolton, ¿vas a decir que no?

—¿Cómo fue su experiencia grabando ‘Mucho más allá’ de la película ‘Frozen 2’?

—Fue una sorpresa. Cuando recibimos la invitación ni siquiera sabíamos que íbamos a poder hacer el proyecto. Hice una prueba de tesitura para la voz porque es muy alta. Cuando me dijeron que sí, me quedé alucinado. Además, como Disney guarda con mucho recelo estas cosas, no pude decir nada a mi familia hasta que finalmente la compañía lo anunció.