Lancia crece en 24 hectáreas para ser el gran museo asturromano

La Diputación de León tiene en marcha una gran ampliación de Lancia. Quiere adquirir este año nada menos que 24 hectáreas —el equivalente a 24 campos de fútbol— antes de iniciar el proyecto que convertirá la ciudad astur-romana en un colosal museo al aire libre.

El diputado de Cultura, Pablo López Presa, tiene reservada una partida en los presupuestos provinciales de 50.000 euros para compensar a los once propietarios de unos terrenos cargados de historia. La Fundación Carballo es uno de ellos, con una finca de nueve hectáreas. La más pequeña ronda los 990 metros cuadrados. Se trata de las fincas 62, 63, 64, 65, 67, 69, 70, 71, 72 y 73 del polígono 109; así como la 65 del polígono 108. La ‘operación Lancia’ depende de «la generosidad de todos ellos».

Las indemnizaciones no son altas —4,8 euros el metro cuadrado—, pero los titulares de las parcelas tampoco pueden dar otro uso a unas tierras de alto valor arqueológico. «Si no se llega a un acuerdo, no será viable hacer nada allí», afirma López Presa. Y es que bajo estas propiedades se hallan restos como el foro y otros destacados edificios romanos.

Ahora, el yacimiento propiedad de la Diputación, de apenas 1,5 hectáreas, está ‘estrangulado’ por estos once solares de titularidad privada. Ya han sido adjudicadas las obras para cambiar la valla y adecentar el yacimiento, asolado por un incendio intencionado hace dos años. Pero hay un plan más ambicioso.

Un gran museo al aire libre

A lo largo de este año el Instituto Leonés de Cultura (ILC) se centrará en la redacción del proyecto, un Plan Director de Lancia, que incluirá nuevas prospecciones y la recuperación de los restos ya excavados, con su oportuna señalización. La redacción del proyecto costará 150.000 euros y aproximadamente 1,7 millones hacer visitables los vestigios. El objetivo final es sacar a la luz el «último bastión» astur que resistió a la conquista romana. Un inmenso yacimiento que ofrece infinitas posibilidades pese a sufrir durante décadas un expolio sistemático.

El diputado de Cultura anunció nada más tomar posesión de su cargo que Lancia será su prioridad durante los próximos cuatro años. La ampliación del yacimiento será un paso decisivo.

Restos aparecidos durante la construcción de la A-60. ARCHIVO

Cuestión aparte son los restos que aparecieron con la construcción de la autovía A-60 y que llevan nueve años en el ‘limbo’. La Junta autorizó en 2011 al Ministerio de Fomento tapar de forma temporal los hallazgos, pero exigió que debían ser visibles y visitables en el futuro. Algo que todavía no se ha cumplido y que será muy costoso llevar a la práctica.

El ILC ha llevado a cabo sucesivas campañas de excavaciones, que hicieron aflorar el mercado ( macellum ), termas y algunas viviendas y calles de Lancia. La investigación se completó con un barrido del yacimiento mediante el georradar y técnicas arqueoanalíticas.

Bajo la autovía también hay impresionantes restos, como un barrio industrial en el que existían fundiciones, la primera necrópolis de incineración localizada en León, un tramo de calzada romana, un horno de finales del siglo I dedicado a la cocción de tejas, otro medieval, unas termas y un edificio de planta basilical, entre otras construcciones. Miles de piezas han sido extraídas del yacimiento, desde monedas a molduras de mármol, ladrillas con la marca del alfarero, fíbulas, ánforas, mosaicos y restos vinculados a la época prerromana y piezas celtibéricas. La existencia de numerosos baños públicos en todo el yacimiento avala las tesis sobre la elevada población que llegó a concentrar Lancia. Se ha especulado con la cifra de 30.000 habitantes (incluyendo Sublancia).