El Albéitar se convierte en bosque

Entre el parque del Manu en Perú y la cuenca del río Congo en Gabón, un viaje al corazón de un mundo salvaje que ha quedado en su estado original: el nacimiento de una selva tropical donde cada organismo desempeña un papel esencial. Del primer brote hasta el esplendor de los árboles gigantescos del dosel de la corona de la selva, pasando por el desarrollo de lazos ocultos entre plantas y animales, transcurren siete siglos ante nuestros ojos. Esta es parte de la síntesis de Había una vez un bosque , documental que proyecta hoy El Albéitar. Su hora de comienzo será a las 20.15 horas, pudiéndose retirar las invitaciones como es costumbre un cuarto de hora antes.

Dirigido por Luc Jacquet, la película fue nominada al Premio César como Mejor Documental. Su principal tema es el bosque, y fue rodada en diferentes lugares del mundo para reunir los elementos que hacen que cada bosque sea único, tales como las citadas selvas amazónica del Perú y la selva africana de Gabón. 

Asimismo, para darle vida a este documental -que cuenta con seres inmóviles- el director Luc Jacquet y el operador Benjamin Vial crearon un sistema de travellings inédito que llamaron Arbracam, con una cámara sujetada por cuerdas que la hacen moverse hasta la copa de los gigantescos árboles a casi 70 metros de altura.

Jacquet también es el director de la cinta La marcha de los pingüinos , que recibió el Oscar al mejor documental.

En Había una vez un bosque , basado en una idea original de Francis Hallé, botánico de profesión, el director opta por convertirlo en el protagonista del film, apoyándose en sus conocimientos específicos del mundo de los bosques para enlazar una historia que es todo un canto a la Naturaleza.