Música
Talento y clasicismo en el Molly Malone
Cuando el talento se junta con la calidad pasan cosas como Duna Quartet, uno de esos inventos que ayudan a que el domingo no sea una recaída en la melancolía. El Molly Malone hace ya tiempo que se ha convertido en uno de los mejores antídotos contra la pereza dominical y despacha conciertos como hoy (20.30 horas. Entrada gratuita) que hacen que el espectador acabe la semana con cara de satisfacción. Hoy toca Duna Quartet, y eso significa la exclusiva oportunidad de escuchar La vie en rose, Moonriver, Somewhere over the rainbow, Beatiful that way (banda sonora de La vida es bella) o La chica de Ipanema... Ahí es nada para solo una tarde. Y ahí es un todo sugerente para llevar al público a tantos territorios musicales.
Sobre quiénes son ellos, no deja de ser un motivo más para asistir a verlos. Puesto que se trata de músicos que han mostrado su potencial en múltiples proyectos. Duna Quartet es, así, una formación compuesta por 4 músicos de larga experiencia en el mundo de la música.
Llevan en activo desde el año 2006, aunque antes de esta fecha, varios de sus componentes ya habían coincidido en diferentes formaciones.
Y ellos mismos garantizan que una sesión en sus manos tendrá un repertorio variado, que cuenta con diferentes estilos como clásicos de jazz, swing, bolero, balada, blues...
Está formado por Mónica Duna a la voz, experimentada vocalista en grandes orquestas como Tropicana, San Francisco, Hechizo, y que ha sido integrante en grupos de jazz como Tres Gatos Swing, o Ignatius Reilly Quartet. Manuel González se encarga del piano y Carlos Sánchez de la batería. Y completa la formación Carlos Fernández, tal vez el bajista más versátil de la escena musical leonesa y uno de los instrumentistas de más calidad. Algo que, por cierto, reedita con maestría cada martes en la jam del Gran Café.