El arte sin catálogo de una iglesia en Getino

Si existiera el arte del abandono esta iglesia sería de premio. Es en Getino donde los restos de un templo se convierten en una visita turística sin catalogar. Se conserva parte de varias de las estructuras de lo que en su día, durante el siglo XIX, fue una iglesia que visitarían los vecinos de la zona. Pero ahora mismo lo que resulta ser es un lugar para que el curioso se encuentre con el asombro del patrimonio olvidado.

Tal vez ocurra que para que este lugar estuviera reconocido, hubiera necesitado de ese padrinazgo que muchas veces solo responde o se debe a que algún erudito tire de los sentimental y levante la voz de alarma para su puesta en valor, adecentamiento o simplemente la recreación de un espacio que pueda convertirse en lugar de visita.

Ahora que está tan de moda la reinvención, o tal y como van los acontecimientos la reconstrucción, no estaría de más que fueran los que se dedican a gestionar los bienes y el futuro de la comarca los que se pusieran manos a la obra para que todo este paraje cargado de sugerencias se convirtiera en lugar de visita intencionada.

Porque puede ocurrir, sino, como realmente pasó, que dos caminantes apasionados por su provincia de repente se topen con la iglesia destruida y se miren a los ojos y se digan: «Pero eso que hay ahí parecen los restos de una iglesia». Luego sucede que como a los dos les pierde la curiosidad como hecho real, la indagación posterior les lleva a encontrarse con lo que a todas luces tuvo que ser una pila baustimal. Un poco más adelante se ve que las piedras se convirtieron en una resistencia orgullosa de lo que fue y se resisten a convertirse en ruinas. Y al final, como si fuera una especie de pacto con el tiempo, resulta que en Getino, municipio de Cármenes, quedan los restos de una iglesia que de tanto no existir se empeña en no desaparecer.

Dos detalles de los restos de la iglesia que se conservan a la intemperie y que están visibles muy próximos  a Getino. G. F.