Exposición
«León me suena a arte, a referente cultural»
Federico Eguía, artista polifacético, expone en Alemi su colección ‘Susurros’ Es el artífice de El valle de los sueños
Tiene un sueño en un valle. Y el sueño no es una broma, y menos en sus manos: más de cien obras de 40 escultores en la madrileña Sierra del Rincón. Sobre él, se puede oír: «Sí, es Federico Eguía, el de El Valle de los sueños». Y alguien se detiene para ver cómo es esa persona que se lanzó a poner el arte sobre la vida de su pueblo: Puebla de la Sierra. Esa puede ser la historia grandiosa de quien luego es un poeta, escultor, pintor, que tiene 66 años, y que expone en la Galería Alemi durante este mes. «Me he quedado con las ganas de ir a León. Es mi primera exposición completa allí, puesto que solo había estado con obra en muestras colectivas. Iré. León me suena a arte. Es un referente cultural», asegura. De hecho, tampoco ha podido trasladar toda la obra que quería a la galería de la plaza de San Marcelo.
Para ti, poeta o Sin amor son algunos de los títulos de esta colección en la que el toque personal parte de la abstracción. Incluso él la deriva hacia tres vertientes: «Hay manchas, trazo y escritura», indica sobre unos cuadros que son de diferente formato y tamaño. En los que se adivinan versos que cuando parece que pueden ser entendidos se difuminan.
Artista emprendedor
Junto al parque escultórico ha impulsado un museo con obra de Picasso, Chillida, Tapies
Federico Eguía vive el arte como totalidad. Pretende alcanzar sensaciones en el espectador de arte: «Que cada uno perciba lo que sea en cada cuadro. Yo sé que pinto para una inmensa minoría», asevera.
Y también sostiene en la conversación la curiosidad de qué pasará con los que acudan a ver sus cuadros a Alemi, «porque llegar con tu obra a una ciudad, es un hecho emocionante», afirma, además de reiterar que tratándose de León, ya encuentra a priori la recompensa: «Sí, porque se trata de una ciudad artística, y tengo muchos lugares que me gustaría visitar», afirma, como si persiguiera el instante de que, como ocurre en ese Valle de los sueños, el arte se manifiesta en las ciudades históricas de repente pero arrastrado por mareas de siglos.
Obra del autor presente en la colección. DL
Es más, Federico Eguía, aunque sea un creador multidisciplinar, tiene en la escultura ese referente que permite el impacto directo ante los ojos de quien ve su obra. «Me gusta crear por todos los medios. Pero, a veces, la creación más total a la que llego es a través de la escultura. Las dimensiones, el tacto...», relata.
Aunque en Susurros se encuentra la importancia de la actualidad. «Efectivamente, porque lo que veis en León es en lo que estoy actualmente. Es mi obra del momento. Tal vez, figurativo, abstracto», reflexiona.
Luego está el apartado de Federico Eguía como impulsor de arte, en un pueblo, el suyo, que está así de suerte. Puebla de la Sierra es reserva de la biosfera pero gracias a Eguía es reserva espiritual del arte que sirve, que se materializa. Así surge El Valle de los sueños, un parque escultórico que saca el arte de las ciudades y los museos. Sobre este planteamiento de dos décadas atrás ha surgido una bienal y casi de la chistera el Museo de Dibujo y Obra Gráfica, que expone obras de Pablo Picasso, Eduardo Chillida, Antonio López, Antoni Tapies o Miquel Barceló, y una segunda parte de obras de arte contemporáneo japonés, en donde se corrobora que Eguía desde su pueblo es catalizador tanto del arte universal como del suyo propio.
Dos cuadros de la colección ‘Susurros’, en la Galería Alemi. DL