Patrimonio
La mina es ahora un tesoro arqueológico
La Junta financia una excavación, con visitas guiadas, para sacar a la luz los primitivos hornos del siglo XIX
Volverán a picar en la mina de Sabero, pero no los mineros, sino arqueólogos. Excavarán en el patio de los Hornos Altos de la Ferrería de San Blas, reconvertida hace doce años en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León (MSM). Y será un sondeo que admitirá público.
La Junta saca a licitación una intervención arqueológica, por 47.083 euros —cofinanciados con fondos Feder—, para exhumar las bases de los hornos altos, de los cubilotes de fundición, la red de canales que recogían el hierro fundido y las toberas que alimentaban de aire los hornos, para conseguir «una visión esquemática pero completa de este sector de la ferrería», según se explica en las prescripciones técnicas del contrato. Las viejas estructuras erigidas a mediados del siglo XIX, que fueron abandonadas y que ahora forman parte de un patrimonio industrial extinguido, volverán a emerger.
La ferrería de Sabero fue un proyecto industrial pionero en España, con los primeros hornos altos del país que funcionaron con carbón de cok y tecnología moderna.
La excavación abarcará un área de 120 metros cuadrados y una profundidad de aproximadamente metro y medio. Los hallazgos serán consolidados y musealizados, de forma que el mayor número de estructuras se integren en el recorrido expositivo del museo. El proyecto, con un plazo de ejecución de cinco meses, se realizará entre este año y el próximo. La primera fase incluye la excavación —por importe de 37.666 euros—; y la segunda, con un 20% del presupuesto total, se centrará en analizar e inventariar los hallazgos y elaborar un informe, con fotografías y planos.
La excavación tendrá su ‘Sueño de la luz’ paralelo, como se hizo inicialmente con la restauración de las vidrieras de la Catedral de León. Un proyecto cultural simultáneo a los trabajos arqueológicos. De hecho, están previstas visitas guiadas a las excavaciones, incluyendo monitores, organización de excursiones y transporte. Al finalizar los trabajos, se explicarán los hallazgos en una conferencia.
La Sociedad Palentina Leonesa de Minas fue la que puso en marcha la ferrería de San Blas en el Valle de Sabero, por su riqueza en hierro y carbón, y levantó una colonia industrial. Pero pese a la envergadura del proyecto, cesó su actividad en 1862. Pasó entonces a manos de la empresa minera Hulleras de Sabero, que mantuvo algunos de los edificios, restaurándolos y dotándolos de nuevos usos.
Los dos hornos altos y las construcciones auxiliares se desmantelaron a finales del pasado siglo y el espacio se ‘reconvirtió’ en patio del colegio de citada la empresa y en viviendas para los mineros en uno de los laterales. Es precisamente en esta zona donde se van a realizar las prospecciones, según se especifica en el estudio previo, elaborado en octubre por la arqueóloga Mari Luz González Fernández.
Aunque la reconversión de la ferrería en museo estuvo precedida de las preceptivas excavaciones arqueológicas, lo cierto es que los sondeos se limitaron al interior de la nave y el lateral exterior oeste.
El primero de los hornos tenía una altura de 15 metros; y el segundo, un metro más, del que se conserva «un muro de contención en piedra sillería que sirvió y sirve para sujetar el terreno del desmonte, así como parte del puente de carga que se apoya en la base sobre un machón del macizo, compuesto por un arco coronado en su parte superior con un círculo perfecto conocido popularmente como el huevo».