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Música local

«Los Platillos Volantes son la mejor versión»

Delfín Fernández, de Los Salvajes, protagoniza el libro ‘Es la edad’ y recuerda el gran tributo de la banda de Jota Montero

León

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No siempre hay alternativa al no ser profeta en su tierra. Pero si eso les ocurriera a los barceloneses Los Salvajes, algo así como una versión avanzada de Los Stones del Poble Sec, tendrían en León el mejor lugar para una buena acogida. Si a eso se añade la bonhomía extrema de Delfín Fernández, el batería de la legendaria formación, la cuestión es ir ya buscando fecha para que cuando llegue el tiempo de los encuentros de verdad, este de León con Los Salvajes se haga cuanto antes.

Chelsea Ediciones lanza ahora Es la edad. Tocando los tambores con Los Salvajes , uno de sus libros característicos que combinan el aire novedoso con el de convertirse con el tiempo en imprescindibles en las estanterías tanto de los entusiastas como estudiosos de la música.

El protagonista del libro y el editor, Alejandro Diez Garín. DL

Y se aborda la vida de Fernández y esa aventura, que para él fue aún mayor en la formación de los Gaby Alegret, Andy González y compañía, puesto que entró con 14 años en Los Salvajes, un grupo que hacía honor a su nombre y que representaba las esencias de ese rocanrol incipiente que en los años 60 dejó una obra importante más allá de las necesarias incursiones comerciales.

Para empaparse ahora de ese mundo salvaje hay tres formidables vías: hacerse con el libro o recurrir a las productivas reflexiones de Jota Montero, uno de los cabeza visible de Los Platillos Volantes (por cierto, título de una canción de Los Salvajes) y probablemente la mejor voz para acometer repertorios similares, siempre incluyendo también ese asunto pendiente que sería abordar, nadie como él, las canciones de Los Cardiacos. Delfín Fernández, que sería la tercera vía, de hecho aseguraba: «Los Platillos Volantes son la mejor versión de nuestras canciones. Yo me siento muy agradecido por considerarnos como creo que lo hacen».

Y así, Jota Montero corresponde: «La primera vez que escuché a Los Salvajes fue a través de mi padre. A diferencia de otros grupos españoles de esa época me enganchó la fuerza y la energía que tenían sus canciones y sus adaptaciones», explica para entender cómo luego su formación llega a seguir sus pasos hasta hacer versiones en las que también hay mucho de la potente personalidad de la formación leonesa.

Delfín Fernández, gran batería y seguidor a ultranza de la escuela de Charlie Watts. DL

Delfín Fernández, de hecho, si rememora ahora lo que fueron, reacciona con cierta modestia y, eso sí, queriendo saborear ese cariño que le llega. Siempre desde la actividad, puesto que sigue tocando en formato adaptado a las circunstancias. Y es que Fernández prefiere ver cómo cumplen años en activo los Bob Dylan, Neil Young, Paul McCartney, o su gran gurú instrumentista Charlie Watts. «Tal vez ahora estoy siendo más consciente de lo que fuimos cuando veo a músicos actuales tan buenos, como estos amigos leoneses, como Alejandro, que nos reivindican», señala, además de recordar un homenaje reciente recibido en Granada, otra ciudad emblemática del rock en la provincia.

«Tocar con Gabi de Los Salvajes supuso el punto álgido de Los Platillos Volantes», dice Jota, lo que da buena medida de la trascendencia mutua. Incluso, aporta un dato que, por supuesto, le da miga a esto del rock: «Fueron populares. Creo que quizá no lo suficiente por el hecho de ser rockeros y su similitud con los Rolling Stones de chicos malos. A los papás de la época no les gustaría que su hija saliera con un Salvaje, pero sí con un Brinco o un Bravo», dispara certero el músico leonés.

Y así, en este Es la edad... se pueden conocer las historias de una edad de oro del rock en España en la que tal vez el oro no se veía tanto porque el país aún emitía en blanco y negro.