La proyección exterior de la obra del artista a través del mecenazgo

Alguien que invente una palabra ya merece la pena para siempre. Y alguien que, cuando inicia alguna aventura, piensa: «¿Y qué pensaría ella (Araceli Corbo) de todo esto?», y lo dice y los ojos brillan de tristeza, lo mismo. Porque quiere decir que el viaje de vida y de trabajo que lleva, por muy Nueva York que se ponga la cosa, tiene unas anclas afianzadas que hacen tierra en este León.

Bioceno. Ese concierto de hace unos días, en el que el Liceu de Barcelona se llenó de plantas como espectadoras, y del que se hizo eco toda la prensa, lleva su firma como comisaria. Y la palabra se la inventó. El otro artífice es Eugenio Ampudia como responsable de la acción artística, y que como vallisoletano confirma ese potencial regional que reivindica la leonesa. «Los artistas con más proyección internacional en España son de Madrid, Cataluña, el País Vasco, Canarias... No es que sean mejores, es que hay una base de apoyo a su labor en su lugar de origen», advierte, y se aprende así que las casualidades a veces no existen.

Otro apartado que destaca esta licenciada en Historia del Arte por la Universidad de León y máster en Diseño de Espacios Expositivos por el Centro Superior de Arquitectura de la Fundación Camuñas de Madrid, y experta en arte y sostenibilidad bajo un prisma social que abarca la ecología y la política, es en el desarrollo de la ley de mecenazgo. «El modelo anglosajón sería el mejor a seguir», afirma.