Patrimonio
San Marcos es un templo ‘prohibido’ de la Magdalena
LA CATEDRAL Y LA IGLESIA DE SAN MARCOS no son solo templos cristianos. Los constructores ‘camuflaron’ en ellos otras creencias. San Marcos está dedicado a la Magdalena como la gran maestra del gnosticismo, corriente considerada una herejía; y la Pulchra rinde culto al dios Mitra.
Juan de Orozco habría sido quemado en la hoguera si la Inquisición hubiera descifrado su gran relieve en la fachada de San Marcos. A la derecha de la puerta de la iglesia, está representada la Magdalena, arrodillada ante una cruz apenas visible.
A su alrededor, distribuidos en columnas, aparecen los 30 eones o entidades divinas que forman el pléroma o plenitud, es decir, el mundo superior. La Magdalena era la gran maestra del gnosticismo, el gran enemigo de la Iglesia Católica.
Ha sido el investigador y miembro de Promonumenta David Gustavo López, ingeniero aeroespacial de profesión, quien ha reparado en la simbología ‘prohibida’ de San Marcos. Los gnósticos se consideraban a sí mismos los cristianos que poseían los conocimientos más altos y secretos; conocimientos que no se podían entregar a la gente sencilla e ignorante, sino sólo a un grupo de iniciados.
Básicamente, los gnósticos creían que el universo procedía de una genealogía de eones. A la cabeza había una pareja, Inefable y Silencio, de la cual emanó una segunda pareja, Padre y Verdad. De ellos procedieron Logos y Vida y Hombre e Iglesia.
Los diez poderes emanaron de Logos y Vida y doce de Hombre e Iglesia. Este misticismo juega con el número 30, el número de los días del mes egipcio. En San Marcos están representados todos los eones, los 30.
Portada del libro. DL
De este y otros hallazgos habla en su nuevo libro, Historia oculta, enigmática y heterodoxa de León , que acaba de publicar en la editorial Rimpego. Un libro que recopila toda una vida dedicada a estudiar e interpretar el Patrimonio leonés.
«Tenía muchísimos temas, pero el editor no quería tantas páginas, así que empezaron los recortes». Con lo que ha descartado, tendría para un segundo libro. «Me disgusté mucho porque quedaron temas muy desconocidos en el tintero», confiesa.
Gustavo López aborda con un enfoque diferente cuestiones como el Santo Grial o el vino de la eternidad, de Santo Martino.
Fue él quien descubrió la piedra del Grial en la ermita de Robledo de Omaña, robada en mayo del año pasado. Con su ayuda, el propietario del edificio está haciendo una réplica.
La Catedral, a la que dedica varios capítulos sobre aspectos poco o nada conocidos, es «un arca de Noé». «No sabemos todo lo que hay en ella». La primera cuestión que le llama la atención es su orientación, que coincide en la latitud (42º N) con la festividad de San Salvador (6 de agosto), a quien estaba dedicada la primitiva Catedral románica.
Un dios persa en la Catedral
Afirma que toda la cabecera de la Catedral de León es un mitreo, un templo dedicado al dios Mitra, donde está labrada la historia de esta divinidad de origen persa, así como los ritos de iniciación a la religión mistérica. «En la capilla central de la girola —la de la Virgen Blanca— «se aprecia el nacimiento de Mitra».
La leyenda afirma que este dios surgió de una piedra. Pero en la Catedral se ofrece la peculiar visión de los ofitas, que toman su nombre de la serpiente (ofis en griego), quienes creían que Mitra había nacido del huevo primigenio. En las enjutas de la citada capilla se pueden ver varios episodios de la vida inicial de Mitra.
La Pulchra, arca de Noé
Sostiene Gustavo López que la biografía de Mitra está esculpida de «forma disimulada», para que —como en el caso de San Marcos— los ‘no iniciados’ den otra interpretación a las imágenes. «Era la forma que tenían los heterodoxos de dejar plasmada su fe, para que pudieran seguirla sus correligionarios, pero pasara desapercibida para el resto», dice. En la capilla de la Virgen Blanca, cuando sale el sol el día del solsticio de invierno —la sacristía ahora impide verlo— los rayos iluminan el relieve del nacimiento de Mitra.
No es la única religión que se ha filtrado en el templo gótico leonés. Los maestros canteros y vidrieros colaron otros símbolos. La religión gnóstica ha dejado su huella en vidrieras como la de Simón el Mago o en la que aparece este enigmático personaje junto al papa Clemente.
Imagen de archivo de David Gustavo López. FERNANDO OTERO
Para la portada del libro Gustavo López ha elegido al hombre verde —una cara rodeada de hojas—, que aparece profusamente en la Catedral de León. «Decían que ha catedral de Chartres era la que contaba con mayor número de representaciones de este personaje mitológico que evoca la primavera, porque tiene 70. Sin embargo, en la de León hay 84, en piedra y vitrales», dice. El hombre verde se encuentra en muchas culturas de distintas épocas en todo el mundo, así que es difícil precisar su origen. En León, Gustavo López estima que hay más de 5.000.
Al escritor también le resultan interesantes las piedras, árboles y montes sagrados leoneses. Describe uno a uno, desde la Cruz de Ferro al Teleno o los ídolos incrustados en algunos santuarios.
Los menhires talados
Dedica un capítulo del libro a los menhires de Camposagrado, que fueron derribados en los años sesenta durante los trabajos de reforestación de lo que hoy es un extenso pinar. «Yo llegué a verlos antes de que los quitaran», cuenta. Además, ha tenido acceso a documentación, correspondencia y fotografías inéditas recopiladas por la maestra Conchita Farto, quien, en 1969, cuando triunfaba en la radio el programa Misión rescate , cuya finalidad era despertar el interés de los escolares por el patrimonio histórico e incitar a los niños a descubrir obras de arte desconocidas o simplemente ocultas, encontró el llamado ídolo de Rodicol, que hoy preserva el Instituto Leonés de Cultura (ILC). Farto, con alumnos de la escuela de El Castillo, investigó igualmente los monumentos megalíticos de Camposagrado.
Otras piedras peculiares que ha estudiado Gustavo López son los petroglifos de Peñalba de Santiago. Durante la reciente restauración del suelo de la iglesia aparecieron dos nuevos petroglifos. El investigador ha descubierto que el sol los ilumina el día de los santos mártires de Córdoba. «Parece claro lo que los monjes querían representar». Y es que en esta joya del mozárabe son notables las influencias del arte cordobés del siglo X.
Por los capítulos de la Historia oculta, enigmática y heterodoxa de León desfilan los templarios, la mesa de Salomón o el arca Santa de la Catedral de Oviedo.