La plaza de Mansilla Mayor ya es un icono

Lo austero que elogia al lugar de donde surge, en este caso Tierra de Campos en Mansilla Mayor, es de premio. Porque ha servido como reflexión para el proyecto de remodelación de la plaza de la localidad leonesa que ha ganado el premio FAD de arquitectura y además ya forma parte de la vida cotidiana del municipio como núcleo central y de encuentro de los vecinos. Dos jovencísimos arquitectos vascos, afincados en Barcelona, son los artífices que ya se encontraban felices de, en su día, haber resultado finalistas de los prestigiosos galardones. «Somos un despacho joven. Hemos hecho el master hace menos de cuatro años», avanza uno de los dos Iñigos (en este caso Ocamica) al frente de Ocamica Tudanca Arquitectos, estudio que da nombre a lo que recibe ahora premio pero que ya con su jardín en el pabellón de España en la bienal de Venecia tuvo su reconocimiento.

Iñigo Ocamica Berbois e Iñigo Tudanca Acedo llegaron por un cúmulo de casualidades a presentarse a lo que también para ellos era su primer concurso público. «Hubo participación ciudadana y también nos eligió», recuerda con orgullo Ocamica, como también rememora los seis meses de obra en los que casi religiosamente todos los domingos viajaban de Barcelona a León para durante la mañana del lunes hacer la visita de obra como seguimiento de cómo iban los trabajos.

Respecto al premio, Iñigo Ocamica ahora valora casi aún más que la justificación del mismo por parte del jurado se base en los principios que ellos más siguieron a la hora de proyectar la remodelación. «Nos hizo ilusión que se fijaran en esas mismas ideas nuestras. Ganar el premio ahora te puedes imaginar, estamos en una nube», asegura.

Y se trató de intervenir en un espacio que reúne elementos esenciales del pueblo, tanto simbólicamente como funcionalmente, y abordarlo «desde una idea de austeridad, de ir a lo esencial, conectado con Tierra de Campos, simbolizado en el pavimento que asemeja esas parcelas típicas de la zona», advierte el arquitecto natural de Zarautz. «A partir de esa austeridad se trataba de coser esos tres elementos: la Iglesia, la Casa de Cultura y el Ayuntamiento», afirma.

El resultado, de hecho, supone unir dos espacios que tradicionalmente podrían parecer disociados pero que con esta remodelación forman un conjunto. Y que encuentran en la fuente toda una referencia de Mansilla Mayor, como símbolo y como lugar de reunión. «Nos gustó que incluso antes de terminarse viéramos un día a un par de chicos que se encontraban allí y daban la sensación de que el espacio ya les resultaba cercano», asegura.

El presupuesto para la remodelación de la plaza fue de 140.000 euros, a los que se sumaron 30.000 mas destinados al campo de fútbol. En las palabras técnicas del jurado, se trata de un proyecto ganador «por su excelencia en la lectura del contexto urbano y social y para la creatividad y la calidad en el uso de recursos muy limitados desde el punto de vista económico y formal», indicaron en la explicación final.

Junto a esta propuesta con sede en Manislla Mayor, la obra 79 viviendas con Protección en el Salón Central de Sant Boi de Llobregat resultó la vencedora en el premio FAD de Arquitectura 2020, al valorar el jurado «la investigación sobre las maneras de transitar y habitar los espacios comunes en los edificios de viviendas colectivas». Por su parte, el café-restaurante Run Run Run de Madrid se llevó el galardón de Interiorismo, y el proyecto Mad x Mad el de Intervenciones Efímeras de estos premios FAD que ya cuentan con 62 ediciones. También se revelaron los ganadores del Premio Habitácola 2020, impulsados por Arquin-FAD y dirigidos a estudiantes de arquitectura e interiorismo, que en su 32 edición ha ganado el proyecto Mar de palos .