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El Bar León de Sabero que resistía el tiempo

Fue levantado en 1850 por el palentino Juan González Agüeros para parador de la fábrica (ferrería) de San Blas. Ahora está en el área de protección BIC mientras corre el riesgo de desaparecer.

Vista del Bar León en Sabero cuyo edficio parece cuestionado. DL

León

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El Bar León de Sabero encierra un mensaje en una botella que lleva a 1850, cuando su edificio fue levantado por el palentino Juan González Agüeros como parador de la fábrica (ferrería) de San Blas. Así es que, actualmente, lejos del romanticismo de hace más de un largo siglo y medio, las especiales condiciones de la comarca hacen que se encuentre encuadrado dentro del área de protección del BIC (Bienes de Interés Culturalio) de la Ferrería de San Blas. Por ello, no es difícil pensar que el contundente paisaje de Sabero siempre ha dejado que se vea este edificio que fue de importancia y que, aunque la terminología moderna abarate mucho, pudo tener hasta carácter de multiusos en décadas ya muy pasadas. La incertidumbre y el deterioro son, sí, ahora, sus señas de identidad. Y hay gran parte de vecinos y originarios de la zona que antes de llevarse las manos a la cabeza por un posible derribo, prefieren que se sepa que este Bar león de Sabero que se resiste al tiempo parece pedir la oportunidad de seguir en pie.

Preocupados y apenados, estos vecinos más que asistir al debate técnico o administrativo pretenden que se abran los ojos para la conservación de lo que puede ser, y si no lo es, convertirse, en patrimonio de un pueblo y de la montaña leonesa.

Con el tiempo, este edificio llegó a albergar el primer Casino de Sabero, siendo un centro de referencia y emblemático en los años posteriores.

Los más veteranos del lugar así lo recordarán, pero aún más cercana es la memoria en la que se convirtió en establecimiento hostelero y cita obligada para vecinos, invitados y visitantes de un pueblo que representa a toda una montaña y que, como el resto de sus limítrofes y próximos, parece tener que acostumbrarse a vivir en la encrucijada del declive inevitable y el encanto como formas de subsistir. Lo explican los vevcinos: El Bar León fue cerrado en 2013, tras no ponerse de acuerdo con los propietarios del inmueble. Y supuso este alto, que convertido en definitivo ahora asusta porque puede suponer el fin de una historia que vivió generaciones. «Desde entonces, está en venta y absolutamente abandonado», advierten.

«Su estado se ha degradado, lo que ha hecho que el Ayuntamiento de Sabero, haya solicitado su derribo y los propietarios hayan presentado las correspondientes alegaciones. Los informes del arquitecto del Ayuntamiento y el de los propietarios, difieren entre la consideración de ruina o no. «En estas alegaciones no se hace referencia a la ley de Patrimonio ya que está en una especie de limbo jurídico: en el plano de Patrimonio, elaborado cuando se declaró BIC, en 1991, este inmueble, sorprendentemente, no está clasificado, aunque sí está comprendido dentro del área de protección del BIC y su historia lo relaciona directamente con él. El plan urbanístico, anterior a toda esta situación, ya plantea el derribo para continuar la avenida llamada 10 de Enero», indagan los vecinos que quieren que el 1850 sea algo más que un año para Sabero.