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Cultura

Si Indiana Jones fuera de León

Senén Villanueva lanza el quinto de la saga ‘Miranda Roblenuevo’

El escritor Senén Villanueva, posa con un ejemplar de su libro 'Miranda Roblenuevo'. F. Otero Perandones.

León

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Senén Villanueva, músico, abogado y escritor, tal vez por ese orden, se sienta hoy en la terraza de la Librería Universitaria. Un lugar que no es el Chester de Risto ni un diván de un psicólogo por ejemplo argentino, pero sí un sitio en el que los autores confiesan libros. En el caso de este asturiano de Gijón, nacido en el 1967 (asunto que se revela en sus datos biográficos porque aparenta ser un leonés para toda la vida), se trata de la quinta entrega de su saga Miranda Roblenuevo, y que lleva por título La orden de los Abynautas, editado por Eolas.

Si el personaje lleva el nombre de Miranda Roblenuevo y lleva ya cinco historias en forma de libro, hay que considerar este fenómeno literario como algo único en el mundillo de las letras de León, además del mérito que es lanzar el anzuelo a un sector de lectores, entre 9 y 14 años, que cuando se ve a alguno con un libro dan ganas de dar un misa. «Sí, es cierto leen poco», reconoce Villanueva. Aunque él, con estas historias que serían las de una preadolescente leonesa a lo Indiana Jones, cuyas aventuras se desarrollan por la provincia para más atractivo local, goza del éxito de que sus cinco libros y ese personaje, Miranda Villanueva, sean conocidos en el ámbito cultural y editorial juvenil y de igual forma en el educativo.

Pero hechos estos preámbulos en torno a este personaje que intenta encontrar a sus desaparecidos padres arqueólogos, a Senén Villanueva lo de escribir para jóvenes le llegó a través del recuerdo de sus lecturas también de juventud. «Yo me acordaba de lo bien que lo pasaba leyendo a Los cinco o a Los tres investigadores», afirma.

Y se ve que, después de las horas de despacho en su bufete de abogados, encontró el tiempo y el placer de escribir estas historias y dar rienda suelta a su imaginación novelesca. Y así surge una historia que aunque se plantea como independiente de sus otras cuatro novelas hermanas hila un relato que puede que algún día concluya, explica Villanueva.

En este caso ocurre que los amigos de Miranda se han ido a pasar unos días de vacaciones a un albergue en las montañas, en las faldas del misterioso Pico Fontún. Una descomunal tormenta de nieve paraliza la región, perdiendo todo contacto con ellos. Sus pesadillas le dicen que algo terrible les está ocurriendo. ¿Es posible que una bestia mitológica llamada el ‘cuélebre’, cuya leyenda pervive en toda la Cordillera Cantábrica, tenga algo que ver? Miranda descubrirá, gracias al intrépido perro Carbón, una verdad más aterradora de lo que jamás hubiese podido imaginar.

Es decir, que hay en este invento del también músico en Plaza Mayor o en proyectos anteriores como Los Villanos, escenarios leoneses tanto reconocibles como promocionables, y luego esa propuesta de embaucar a los más jóvenes en la mejor de las iniciativas como es la de fomentarles el hábito de la lectura. «Para mi el éxito es tener un lector. A partir de ahí, todo es positivo», afirma con agradecimiento al momento en el que si un joven se enreda con las historias de Miranda Roblenuevo el viaje habrá merecido mucho más que la pena. Porque algún día dará el salto y se lanzará a otros públicos. Este abogado para el que escribir es ponerle el anzuelo a la vida