El valor triple de la música de Tévar

Manuel Tévar (Madrid, 1980) respira música. Por dentro y por fuera. En sus manos de pianista y en su cabeza de compositor. Tiene una hija, Lis, que a sus 3 años, si ve un piano, allá que se lanza sin temor a sus teclas. Y junto a su mujer, Laura Sierra, forma Iberian & Klavier, un formidable dúo que en directo es poderoso como un hit. Tévar es protagonista hoy en León en el flamante Festival de Música Española de León (un acontecimiento que en estos tiempos solo merece calor) que celebra hoy un nuevo concierto a las 20.00 horas en el Auditorio Ángel Barja del Conservatorio a cargo del grupo Cosmos 21 y bajo la dirección de Carlos Galán. Junto a obras de otros autores, también pujantes y a tener en cuenta en el panorama clásico de la música española, Tévar estrena en exclusiva Cinco visiones de Venus .

Pero fijarse en Tévar es, a una edad joven como creador, ver a alguien que atesora experiencia y evolución y un valor no solo seguro sino triple en el tablero de la clásica: es director, intérprete y compositor. «Escuchar la música que uno hace, como es este caso en un grupo de cámara, es la culminación del proceso creativo», asegura, ante la expectación que surge hoy en torno a su creación.

Carlos Galán, pianista y director de la jornada, explica a Manuel Tévar de esta manera: «El autor recurre al mito pictórico de Venus, la Afrodita griega que nace de la espuma (Aphrôs) del mar. Precisamente la escena del célebre retrato de Boticelli abre esta suite para flauta, clarinete, violín, cello y piano, con un movimiento con cierto carácter de introducción. Le sigue la venus de San Giovanni con su ámbito bimodal. La Firenze es retratada con músicas muy ligadas y espaciadas. Lo contrario del nerviosismo del segundo retrato de Danti. Para acabar, la estática belleza reposada de Tiziano», dice, y son palabras que suenan a la pasión de uno de los creadores españoles actuales que gozan de más prestigio y seguimiento. Con Iberian & Klavier, dúo de piano que son, ha sido ganador del Primer Premio del Bradshaw & Buono International Piano Competition de Nueva York 2016. Pero de igual forma es Premio de la Real Academia de Bellas Artes, Premio Fundación Guerrero, Premi Fundació Amics el Liceu, entre otros. Estas serían las corroboraciones de lo que él mismo define: «Me considero un músico total», afirma.

Todo empezó a los 8 años, cuando en el colegio había que elegir: o judo o música. Aunque había en él un futbolista en ciernes, grave lesión incluida después, triunfó la segunda opción en este madridista confeso.

Coincide con otros músicos que pisan el escenario en que hay que salir a ganar, a por todas. Y es que, aunque se trata de música clásica, Tévar busca la cercanía con el público: «Un concierto tiene poder curativo. Consigues empatizar con el público, generar confort», asegura. Hoy, en León, culmina ese proceso con Cinco visiones de Venus.